Las mejores horas para estudiar antes de un parcial se han convertido en un tema clave entre estudiantes y docentes, especialmente en épocas de alta exigencia académica. Aunque cada persona tiene su propio ritmo, expertos en rendimiento académico coinciden en que el horario puede influir en la concentración, la memoria y la capacidad para retener información. Un estudio publicado por la Universidad de Harvard señala que el cerebro responde mejor cuando se respetan los ciclos naturales de energía, algo que puede marcar la diferencia en los días previos a un examen importante.
La mañana, el momento ideal para el aprendizaje profundo
Varios expertos en cognición y aprendizaje destacan que las primeras horas del día suelen ser las más eficientes para estudiar antes de un parcial. Un informe de la Universidad de Oxford explica que, entre las 8:00 a.m. y las 11:00 a.m., el cuerpo alcanza un equilibrio óptimo entre alerta mental y tranquilidad emocional. Esta combinación favorece el aprendizaje profundo, fundamental para materias teóricas que requieren comprensión más que memorización. Además, durante la mañana se reduce la probabilidad de interrupciones, lo que permite avanzar con mayor fluidez en el estudio.

La tarde favorece la memoria y el repaso activo
Aunque la mañana es ideal para temas complejos, expertos indican que la tarde también ofrece beneficios importantes para prepararse antes de un parcial. Investigaciones de la Universidad de Stanford muestran que, entre las 3:00 p.m. y las 6:00 p.m., el cerebro alcanza un pico de rendimiento en tareas que requieren memoria activa. Es un momento estratégico para repasar, resolver ejercicios y reforzar lo aprendido. En este horario, según los expertos, la mente está más despierta, lo que facilita identificar dudas y corregir errores, un punto clave antes de enfrentarse a un examen.
¿Y la noche? Conveniente, pero con límites claros
Muchos estudiantes recurren a la noche como horario principal para estudiar antes de un parcial. Sin embargo, especialistas advierten que este hábito debe manejarse con cuidado. Según datos del Centro de Medicina del Sueño de la Universidad de Pensilvania, estudiar después de las 10:00 p.m. puede afectar la retención de información y aumentar el estrés. Aunque la noche puede ser útil para repasos cortos o actividades de lectura ligera, no es el mejor momento para procesar contenidos nuevos. El sueño, además, es parte esencial del rendimiento académico, por lo que sacrificarlo puede jugar en contra.

Combinar horarios puede ser la estrategia más inteligente
A la hora de preparar un examen, la recomendación de los expertos es sencilla: usar la mañana para comprender, la tarde para reforzar y la noche únicamente para repasos breves. Esta combinación aprovecha los ritmos naturales del cuerpo y la mente, y maximiza los resultados antes de un parcial.