Donald Trump partió hacia Asia para una gira en la que se reunirá con su homólogo chino, Xi Jinping, y en la que espera encontrarse con el presidente brasileño Lula da Silva y con el líder norcoreano Kim Jong Un.
El mandatario estadounidense se reunirá con Xi en Corea del Sur, al margen de la cumbre del foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), en un intento por cerrar un acuerdo que ponga fin a la guerra comercial entre las dos mayores economías del mundo.
El mandatario republicano también visitará Malasia y Japón, en su primer viaje a Asia desde que regresó a la Casa Blanca en enero, en medio de una oleada de aranceles y negociaciones geopolíticas.
Un alto funcionario estadounidense dijo el viernes que Trump “cumplirá con el pueblo estadounidense en una de las regiones más económicamente vibrantes del mundo”, firmando una serie de acuerdos económicos.
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A bordo del avión presidencial, Trump dijo que también espera reunirse con el brasileño Luiz Inacio Lula da Silva en Malasia, mientras los dos líderes buscan reparar su relación tras roces diplomáticos.
“Creo que nos reuniremos, sí”, dijo el magnate a los periodistas. Al responder si estaba dispuesto o no a reducir los aranceles a Brasil, añadió: “Bajo las circunstancias adecuadas”.
Lula y Trump han comenzado a resolver sus diferencias después de meses de disputas y la imposición de gravámenes punitivos del 50% por el juicio y la condena por golpismo contra el expresidente brasileño Jair Bolsonaro, aliado del republicano.
La víspera, el brasileño aseguró que tenía “todo el interés de mostrarle al magnate republicano que la imposición de los gravámenes a su país fue un error”.
Acuerdos de paz y comercio
Al salir de Washington, Trump había sugerido, además, que le gustaría encontrarse con Kim Jong Un por primera vez desde 2019, cuando se reunieron durante su primer mandato.
“Me gustaría, él sabe que estaremos allí”, les dijo a los periodistas en la Casa Blanca cuando preguntaron si una reunión con Kim era posible. “Me llevo muy bien con él”, añadió.
Durante el viaje, los reporteros también le interrogaron sobre si estaba abierto a la demanda de Pyongyang de ser reconocido como un estado nuclear como condición previa para el diálogo. “Bueno, creo que son una especie de potencia nuclear”, respondió.
La primera parada de Trump en su gira será Malasia, el domingo, para la cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN).
Trump está listo para firmar un acuerdo comercial con ese país asiático y supervisará la firma de un acuerdo de paz entre Tailandia y Camboya, mientras sigue su búsqueda por el Premio Nobel de la Paz.
El sábado, antes de la llegada de Trump, el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, se reunió con el vice primer ministro chino, He Lifeng, para conversaciones comerciales que fueron descritas como “muy constructivas” por un portavoz del Tesoro.
“Las conversaciones de hoy han concluido. Han sido muy constructivas y esperamos que se reanuden por la mañana”, declaró el portavoz a la AFP.
La siguiente parada será Tokio, el lunes. Se reunirá con la conservadora Sanae Takaichi, nombrada recientemente como primera mujer jefa de gobierno de Japón.
Tokio ha escapado de lo peor de los aranceles impuestos por Trump a países de todo el mundo para acabar con lo que él llama desequilibrios comerciales injustos que “perjudican a Estados Unidos”.
Trump y Xi
Se espera que el punto culminante del viaje sea Corea del Sur, donde Trump aterrizará en la ciudad portuaria de Busan el miércoles antes de la cumbre de APEC, foro en el que participan México, Perú y Chile.
El republicano se reunirá con el presidente surcoreano, Lee Jae-myung, dará un discurso en un almuerzo con líderes empresariales y cenará con directivos de empresas tecnológicas estadounidenses, al margen de la cumbre en la ciudad de Gyeongju.
El jueves, Trump se reunirá con Xi por primera vez desde su regreso al cargo.
Los mercados globales estarán atentos para ver si ambos dirigentes pueden detener la guerra comercial provocada por los aranceles del líder estadounidense, y en especial tras una reciente disputa sobre restricciones a las tierras raras de Pekín.
Trump inicialmente amenazó con cancelar la reunión e impuso nuevos aranceles por el conflicto sobre los minerales críticos, antes de decidir seguir adelante.