Ricardo Galán, periodista con más de 35 años de trayectoria, y Laura Bonilla, subdirectora de la fundación Paz y Reconciliación, analizaron en Aquí y Ahora, de La FM, el balance del año y señalaron los principales desafíos políticos y de seguridad que marcarán el 2026. Centraron la discusión en el impacto de los grupos armados, la presión sobre las elecciones y la situación en distintos municipios del país.
¿Qué palabra define el 2025 según los analistas?
Al inicio del espacio, los panelistas fueron consultados por una expresión que resumiera el año. Ricardo Galán afirmó que 2025 puede describirse como “incertidumbre, confusión o caos”, mientras que Laura Bonilla coincidió en que se trató de un año de “incertidumbre”, aunque luego señaló que su palabra sería “saturación”.
Ambos destacaron que, pese a numerosos hechos, “no hubo una gran noticia que cambiara la situación del país”, aunque Bonilla señaló que el asesinato de Miguel Uribe “prácticamente trastocó todo el escenario electoral”.
Sobre los hechos que marcaron la agenda, Galán indicó que el país pasó el año entre “mucho ruido y pocas nueces”, mientras Bonilla sostuvo que el magnicidio “rompe con muchas apuestas” y deja un escenario complejo para la democracia. Los panelistas coincidieron en que los acontecimientos del año abren interrogantes para el 2026, especialmente frente al clima electoral.
¿Cómo influirá la presencia armada en las elecciones de 2026?
La conversación avanzó hacia el panorama electoral, donde Galán afirmó que la atención estará puesta en la elección presidencial. Además aseguró que siente que “Petro no se quiere ir”, mientras Bonilla respondió que el mandatario “va a ser presidente hasta el 6 de agosto del 2026” y que el país tendrá un nuevo gobierno al día siguiente.
Bonilla explicó que, según los cálculos de su organización, existen 186 municipios con presencia armada sostenida desde años atrás y otros 170 en disputa permanente. "En total, estamos hablando de 350 municipios donde hay presencia de uno, dos, tres o cuatro actores armados", señaló.
Frente a ese escenario, advirtió que en algunos de estos territorios puede haber sabotaje electoral, mientras en otros las elecciones ocurren sin intervención directa, aunque bajo fuerte presión social.
Galán agregó que “no están pudiendo ir todos los candidatos a todos los municipios”, y que en distintos lugares se restringe la entrada de aspirantes de diversas corrientes políticas. Sostuvo que esta situación afecta la transparencia y que la responsabilidad recae en el Gobierno.
Los panelistas recordaron que Colombia ha tenido elecciones en condiciones similares, citando 2003 y 2006. Bonilla recalcó que la violencia político-electoral “está subiendo” desde 2019 y que, pese al magnicidio de Miguel Uribe, “ni siquiera reaccionamos en todo lo que hay que hacer”.
En relación con las operaciones militares contra grupos armados, Bonilla señaló que en zonas de disputa “si bombardeo a uno termino favoreciendo al otro”, debido a la imposibilidad de enfrentar simultáneamente a todas las estructuras.
Indicó que, por ejemplo, en el Catatumbo “lo que está viviendo la gente es dramático” y que, incluso tras ofensivas recientes, algunos frentes armados han recuperado capacidad.