El Consejo Superior de la Universidad Nacional declaró la vacancia en la rectoría de la institución, tras concluir que la renuncia presentada por el profesor Leopoldo Múnera ya había sido aceptada y que el reciente fallo del Consejo de Estado no ordena su restitución.
La decisión, adoptada este lunes 24 de noviembre en una sesión extraordinaria que se extendió hasta la noche, abrió paso a la designación de un rector encargado mientras se resuelve la situación administrativa.
Con cinco votos a favor y una abstención, los miembros del Consejo Superior nombraron a Andrés Felipe Mora, actual vicerrector General, como rector encargado.
La postulación fue realizada por Lucía Botero Espinosa, representante de los directivos académicos, y acogida por la mayoría de los integrantes del órgano directivo.
El punto central de la deliberación giró en torno al alcance del fallo del Consejo de Estado, que declaró nula la elección de Múnera, pero que —según varios miembros del Consejo Superior— no tiene efectos restaurativos ni ordena restablecer los derechos del profesor José Ismael Peña, cuya elección para el periodo 2024 había sido previamente cuestionada.
En esta interpretación coincidieron representantes como María Alejandra Rojas, designada por la Presidencia de la República, quien consideró que la consecuencia lógica de las sentencias es la existencia de una vacancia en la rectoría.
Durante la discusión, el Gobierno Nacional planteó interrogantes. El viceministro de Educación Superior, Ricardo Moreno Patiño, señaló que el fallo no especifica si Peña debe regresar al cargo y propuso solicitar una aclaración al Consejo de Estado.
Sin embargo, la mayoría del Consejo rechazó esta solicitud y optó por avanzar en la declaratoria de la vacancia.
Uno de los momentos más tensos se produjo con la intervención de Diego Torres, representante de los docentes, quien cuestionó la aceptación de la renuncia de Múnera y reiteró que, a su juicio, la sentencia deja sin validez la elección del exrector desde el inicio.
Torres se abstuvo de votar y advirtió que aceptar la renuncia podría acarrear nuevos problemas legales.
Pese a las objeciones, la mayoría de los consejeros sostuvo que la renuncia había sido presentada en los tiempos adecuados y antes de la ejecutoria de la sentencia, por lo que procedía su aceptación.
Esta postura fue respaldada por Víctor Manuel Moncayo, representante del Consejo Nacional de Educación Superior; Lucía Botero; el viceministro Moreno; y dos delegadas de la Presidencia.
Uno de los argumentos más relevantes para sustentar la decisión vino de Lucía Botero, quien citó directamente la sentencia del Consejo de Estado: en el apartado 181, el fallo aclara que negar la nulidad de la elección de Peña para 2024 no implica su regreso automático a la rectoría, pues el juez electoral se limita a evaluar la legalidad del proceso y no a restablecer derechos.
Una vez conocida la decisión, el profesor José Ismael Peña pidió esperar a que la institucionalidad actúe y expresó confianza en la fortaleza de las instituciones.
Con la declaratoria de vacancia y el nombramiento de un rector encargado, la Universidad Nacional entra ahora en una etapa de transición mientras el Consejo Superior define los pasos para garantizar la continuidad administrativa y el respeto a las sentencias judiciales.