Un estudio publicado en Science Advances propuso un nuevo modelo para explicar cómo se forman las estrellas y planetas en el universo. El Planeta Tierra es uno rocoso, por lo que el mecanismo planteado para la propuesta incluye explosiones de estrellas cercanas y la inyección de partículas cargadas. Los resultados dejan ver que la formación de estrellas como lo es nuestro hogar, es más común de lo que parece en el universo.
¿Cómo fue la formación del Planeta Tierra?
De acuerdo a la estructura del sistema solar en el que habitamos, existen dos tipos de planetas: los gaseosos, que no tienen una superficie sólida; y los rocosos, con capas de materiales y actividad volcánica. En el caso de los segundos, son cuerpos que se forman luego de la semilla llamada "planetesimal", que está formada por silicatos y metales. Con el paso del tiempo, todo este material se endurece y se convierte en un protoplaneta. Posteriormente, se convierte en un lugar habitable.
Los modelos aceptados por físicos y científicos sostienen que un planeta rocos es inevitable en todo sistema universal, pero agregan que la Tierra es seco y habitable, lo que lo hace más especial, ante la vista de expertos humanos. También se asegura que en la física básica de un disco protoplanetario, lo más probable es que un planeta con estas características devenga en un lugar lleno de líquidos, sin tierra firme como lo es Neptuno.

Además, es necesario que exista un calor "extra", como ocurre en la Tierra, gracias a la cercanía que tiene con el sol, para que sea eliminada cierta cantidad de agua que permita que tierra pueda sobresalir. En la actualidad, se considera que en nuestro hogar, partículas liberadas de una supernova cercana, penetraron los planetesimales y, luego de desintegrarse, liberaron calor que secó a los cuerpos rocosos desde dentro, según se puede leer en Wired, espacio web especializado. Los estudios hallados en meteoritos y minerales respaldan esta hipótesis.
No obstante, la explosión de la supernova debió ocurrir en una distancia exacta; de haber sido muy cerca, ponía en riesgo al sistema solar; de haber sido más lejana, simplemente no ocurría nada. Por esta razón, consideran los científicos es improbable que sea tan común.
El modelo más flexible
Pero la propuesta más reciente, hecha desde Tokio, afirma que puede existir un mecanismo dual que permite a las supernovas calentar planetesimales sin depender de distancias específicas. De acuerdo con esta propuesta, las moléculas se entregan de dos maneras: una inyección directa de radionúclidos y a través de la síntesis interna (proceso en el que la onda de choque de la supernova y los rayos cósmicos transforman el polvo del sistema estelar en material radiactivo).

Según este estudio, la tierra habría recibido demasiadas partículas que liberaron calor. Esto contradice la posición exacta de una explosión, puesto que de haber sido un mecanismo dual, bastaban 3 años luz de distancia sin que el entorno planetario se dañara como reacción a la llegada de nuevos elementos.
Para comprobarlo, los científicos crearon una simulación en la que obtuvieron resultados en los que se discernió que hay posibilidades más amplias de que existan no solo planetas como el nuestro, sino sistemas solares como en el que habitamos: entre el 10 y el 50% de probabilidades.
No obstante, esto no garantiza la existencia de vida en un planeta rocoso, solo la creación de estos tipos de planetas en el universo. En la Tierra, la vida surgió, según Wired, por diferentes procesos aleatorios.