"El terrible presidente de Colombia se desespera": demoledor artículo de The Economist sobre Gustavo Petro
The Economist tilda la propuesta de Petro de reformar la constitución de "radical"

La revista británica The Economist dedicó un extenso y severo artículo a analizar los dos años de gestión del presidente colombiano Gustavo Petro, describiéndolos como “años frustrantes” para el primer mandatario abiertamente de izquierda en la historia del país. El texto destaca los obstáculos legislativos, judiciales y económicos que han minado la agenda reformista de Petro, así como su reciente giro hacia una propuesta de asamblea constituyente que ha generado inquietud.
Petro fue elegido en 2022 con un ambicioso programa que incluía reformas al sistema de salud, pensiones, legislación laboral y una estrategia de “paz total” con los grupos armados. Sin embargo, The Economist señala que su “estilo de gobierno pugilístico le ha dificultado obtener apoyo en el Congreso, mientras que los tribunales han frenado algunas de sus reformas”. Ante esta frustración, el presidente estaría considerando “cambiar la Constitución”.
La revista subraya que Colombia necesita reformas estructurales urgentes, en especial por sus altísimos niveles de desigualdad. “Es extremadamente difícil para un niño pobre ascender a la clase media”, recuerda el artículo, citando un estudio del Banco Mundial que ubica a Colombia con la menor movilidad intergeneracional de ingresos entre 75 países.
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Una de las críticas más duras recae sobre la gestión de Petro del sistema de salud. Aunque reconoce que solo siete de las 27 aseguradoras privadas tienen liquidez suficiente, la revista advierte que el gobierno optó por una “amenaza de desmantelamiento” en lugar de una reforma gradual. “El año pasado, propuso un proyecto de ley que nacionalizaría todas las aseguradoras privadas”, señala el medio. Aunque una versión suavizada fue aprobada en marzo por la Cámara de Diputados, “es probable que el Senado la rechace”.
En cuanto a la reforma pensional, The Economist recuenta que está “en el limbo” tras un fallo de la Corte Constitucional, que devolvió el proyecto al Congreso por presuntas irregularidades en su trámite.
El único avance concreto, afirma el medio, ha sido en materia laboral. El artículo destaca que el 20 de junio el Congreso aprobó una versión modificada de su reforma laboral, que había sido rechazada anteriormente. Esta reforma “aumentará la prima por horas extras los domingos y festivos al 100% del salario del trabajador, frente al 75% actual” y obliga a los empleadores a asumir mayores costos en salud y pensión para trabajadores independientes. Sin embargo, Fedesarrollo advierte que “la reforma aumentará el costo de la contratación hasta en un 15%”, lo que podría llevar a más trabajadores al sector informal.
Los problemas fiscales también ocupan parte del análisis. “El 13 de junio, el ministro de Hacienda, Germán Ávila, congeló el límite legal al gasto y al endeudamiento estatal durante tres años”, una decisión que, según la publicación, elevará el déficit fiscal a más del 7% del PIB.
En cuanto a la seguridad, The Economist afirma que la “Paz Total luce maltrecha”. Menciona el atentado contra el senador Miguel Uribe, la masacre de siete personas en Cali y el desplazamiento forzado de líderes sociales. El sentimiento en regiones como el Catatumbo es de decepción. “Hicimos muchos sacrificios para que Petro pudiera ser presidente”, dice un líder local citado por la revista. “Ahora teme que sus esfuerzos hayan sido en vano”.
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The Economist le dio "palo" a la propuesta del presidente de una Asamblea Nacional Constituyente para reformar la Carta Magna. "Esta propuesta es radical y sus intenciones son preocupantemente vagas."
El artículo advierte que los críticos temen que el presidente “intente consagrar en la Constitución lo que no ha logrado aprobar en el Congreso”. Con un índice de aprobación en torno al 30%, sin posibilidad de reelección y sin un heredero político claro, Petro estaría apostando por un salvavidas histórico. “Cree que el pueblo salvará su legado”, concluye el texto.