El general retirado de la Policía Nacional Rodolfo Palomino López fue recluido en las instalaciones del Centro de Estudios Superiores de la Policía Nacional (CESPO) para cumplir la condena de siete años que le impuso la Corte Suprema de Justicia por el delito de tráfico de influencias de servidor público.
La nota de remisión del alto tribunal está firmada por el magistrado Jorge Emilio Caldas Vera, de la Sala Especial de Primera Instancia de la Corte Suprema, y dirigida al coronel Germán Rafael Sierra Chaparro, director de la Escuela de Postgrados de Policía Miguel Antonio Lleras Pizarro, ubicada dentro del CESPO, en el noroccidente de Bogotá.
Reclusión en unidad policial
De esta manera, el alto tribunal dio respuesta positiva a la solicitud de la defensa del general Palomino, que había pedido su reclusión en una unidad judicial, al considerar que, por haber ejercido como director de la Policía Nacional, su integridad estaría en riesgo en una cárcel común.
El general (r) Rodolfo Palomino, condenado por tráfico de influencias, se entregó la semana pasada a las autoridades en Bogotá para atender el llamado de la justicia ordinaria.
Hechos que motivaron la condena
La configuración del delito se basa en que Palomino fue hallado culpable de usar indebidamente su cargo como director de la Policía para interferir en una investigación penal contra el empresario y exdirectivo del Fondo Ganadero de Córdoba Luis Gonzalo Gallo Restrepo.
De acuerdo con lo establecido en el proceso, el oficial retirado pidió a la fiscal del caso suspender la captura de Gallo Restrepo, alegando la supuesta importancia social del empresario y sus vínculos con dirigentes nacionales.
Según el análisis del expediente, para la Corte Suprema de Justicia la actuación del general Palomino “produjo una grave lesión al bien jurídico, pues atentó contra el Estado que representaba y causó una defraudación a la administración pública, en especial a la confianza de la funcionaria judicial indebidamente influenciada, quien nunca esperó una injerencia del procesado en asuntos de su competencia”.
Obstrucción en un procedimiento de captura
El tribunal también concluyó que no había duda de que el entonces director de la Policía Nacional era plenamente consciente de la ilegalidad de sus actos. El fallo señala que “dirigió su actuar criminal con el fin de influenciar a una servidora pública adscrita a la Fiscalía General de la Nación, para obstruir un procedimiento de captura, con la firme convicción de favorecer a un tercero, como lo era el señor Luis Gonzalo Gallo Restrepo”.
De esta manera se cierra un proceso judicial contra un alto funcionario del país y se garantiza que el entonces director de la Policía Nacional cumpla la condena impuesta en el Centro de Estudios Superiores de la Policía Nacional (CESPO).