La rápida reacción de las tropas y la oportuna alerta ciudadana permitieron neutralizar una nueva amenaza en el corredor vial que conecta a los departamentos del Huila y Cauca, una región donde la presencia de grupos armados ilegales intenta constantemente alterar la tranquilidad de los habitantes y la movilidad entre ambos territorios.
En las últimas horas, soldados del Batallón de Infantería N.º 26 Cacique Pigoanza, adscrito a la Novena Brigada, destruyeron de manera controlada un señuelo tipo cilindro que simulaba contener un artefacto explosivo, evitando un posible riesgo para la población civil y para los transportadores que recorren con frecuencia la ruta I-24.
El hallazgo se produjo en el sector conocido como Puente Valencia, un punto estratégico de alta circulación vehicular que marca el límite entre los dos departamentos. Allí, un cilindro metálico abandonado generó preocupación entre los habitantes y conductores que pasaban por la zona, quienes inmediatamente reportaron la situación a través de la Red de Participación Ciudadana.
Esta herramienta de apoyo comunitario ha sido clave para alertar a las autoridades sobre movimientos extraños o elementos sospechosos que podrían estar asociados a actividades de grupos armados residuales, especialmente aquellos vinculados a la estructura que se autodenomina como una facción del grupo de Iván Mordisco.
Una vez recibida la información, las tropas se desplazaron hasta el sitio para implementar un amplio dispositivo de seguridad que garantizara la integridad de los pobladores y el resguardo de los activos estratégicos instalados en ese sector.
El primer paso fue acordonar la zona y suspender temporalmente el paso vehicular, con el fin de permitir el trabajo especializado del equipo antiexplosivos EXDE, encargado de analizar y verificar si el objeto representaba una amenaza real.
El personal experto aplicó el protocolo correspondiente, iniciando con la inspección mediante un binomio canino entrenado para la detección de sustancias explosivas; posteriormente emplearon herramientas como gancho y cuerda, necesarias para movilizar el cilindro sin arriesgar la vida de los uniformados.
Fue allí cuando los especialistas determinaron que se trataba de un señuelo, un artefacto diseñado para aparentar ser una bomba artesanal y generar terror, pero que no contenía ningún tipo de carga explosiva en su interior.
Aun así, siguiendo los lineamientos de seguridad, el elemento fue destruido de manera controlada, evitando que pudiera ser reutilizado o manipulado por terceros. Según las primeras hipótesis, el cilindro habría sido abandonado intencionalmente por presuntos integrantes de una facción de Iván Mordisco con el objetivo de crear zozobra entre la comunidad y obstaculizar la movilidad en este corredor vial.
El Ejército Nacional rechazó este tipo de acciones que, aunque no contienen explosivos, buscan generar miedo y desestabilizar la tranquilidad de las poblaciones rurales y de los transportadores que dependen de esta vía para su abastecimiento diario.
La institución también destacó el papel fundamental de la Red de Participación Ciudadana, que se ha convertido en un aliado estratégico para detectar a tiempo situaciones irregulares y prevenir hechos que podrían poner en riesgo a las comunidades.