Ocho integrantes de la Policía Nacional permanecen bajo atención médica especializada en la Fundación Valle del Lili, ubicada en el sur de Cali, luego de resultar lesionados en medio de la escalada de violencia que se registró en el municipio de Buenos Aires, al norte del departamento del Cauca.
De acuerdo con el comunicado oficial de la clínica, los policías heridos fueron evacuados vía aérea hasta la capital del Valle del Cauca, donde recibieron atención inmediata y prioritaria por parte de los equipos asistenciales de la institución.
Desde su llegada, se activaron los protocolos de emergencia establecidos para este tipo de situaciones, teniendo en cuenta la complejidad de cada caso.
La Fundación Valle del Lili precisó que los pacientes han sido valorados por los servicios de Urgencias, Cirugía General y Ortopedia, entre otras especialidades, con el fin de garantizar un manejo integral de las lesiones sufridas durante los disturbios.
Asimismo, se indicó que el seguimiento clínico es permanente y se realiza de manera interdisciplinaria.
Según el reporte médico, algunos de los uniformados permanecen en observación, mientras que otros han requerido o requerirán procedimientos quirúrgicos, dependiendo de su evolución clínica.
Además, precisó que uno de los policías se encuentra actualmente en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), bajo estricta vigilancia médica.
Ataques
Cabe resaltar que los uniformados resultaron gravemente heridos en medio de una escalada de violencia perpetrada por integrantes del frente 'Jaime Martínez' de las disidencias de las Farc, grupo armado ilegal que puso en 'jaque' a las autoridades locales y a la población civil.
Los hechos incluyeron hostigamientos armados y ataques contra la Alcaldía, la sede del Banco Agrario y la estación de Policía, dejando al territorio en ruinas.
Uno de los episodios más alarmantes ocurrió cuando los disidentes utilizaron el sistema de altavoces de la iglesia del municipio para exigir la rendición de los uniformados, pidiéndoles entregar sus armas a cambio de respetarles la vida.
La situación generó pánico entre los habitantes y obligó al refuerzo de la presencia de la Fuerza Pública en esta zona del norte del Cauca.