El huracán Melissa se consolidó este martes como uno de los ciclones más potentes de la temporada en el Caribe, alcanzando vientos sostenidos de 280 kilómetros por hora y ráfagas que superan los 350 km/h, según el Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Estados Unidos.
El sistema, clasificado en categoría 5 en la escala Saffir-Simpson, se ubicaba en la madrugada a unos 215 kilómetros al sureste de Kingston, capital de Jamaica, y a 500 kilómetros de Guantánamo, en Cuba. Su paso amenaza con generar marejadas de hasta cuatro metros, lluvias torrenciales y daños estructurales severos en varias islas del Caribe.
De acuerdo con la Federación Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC), cerca de 1,5 millones de personas podrían verse afectadas solo en Jamaica, una cifra que representa más de un tercio de su población. El jefe de la delegación regional, Necephor Mghendi, señaló que se trata de una emergencia sin precedentes para la isla.
Las autoridades locales habilitaron más de 800 refugios y mantienen alertas por posibles inundaciones repentinas y deslizamientos de tierra. En Cuba, el gobierno informó la evacuación preventiva de 168.900 personas en la provincia de Santiago de Cuba, donde se esperan ráfagas de entre 160 y 193 km/h. También se han desconectado tres plantas termoeléctricas en el oriente de la isla para reducir riesgos durante el paso del ciclón.
El Ministerio de Salud de Jamaica recomendó no salir durante la aparente calma que podría sentirse cuando el ojo del huracán pase sobre la isla. El Servicio Nacional de Huracanes advirtió que los vientos se reanudan con fuerza extrema minutos después de esa pausa, cuando la parte posterior del ojo vuelve a golpear la zona afectada.

Qué es el efecto estadio dentro de un huracán
Uno de los fenómenos más observados durante el paso del huracán Melissa es el llamado “efecto estadio”, una ilusión visual que se forma dentro del ojo del huracán. El término hace referencia a la apariencia circular del cielo cuando se observa desde el interior del sistema, similar a la vista desde el centro de un estadio.
Este efecto se produce cuando el aire caliente y húmedo asciende por la pared del ojo, creando un vacío en la superficie. Al llegar a la tropopausa, la capa que separa la troposfera de la estratosfera, ese aire se enfría, rebota y desciende hacia el centro, generando una zona de calma temporal con cielos despejados y vientos suaves.
Aunque el interior del ojo parece tranquilo, la pared del huracán que lo rodea concentra las condiciones más extremas: lluvias intensas, nubes densas en forma de anillo y vientos de más de 225 km/h. Es una zona de transición entre la calma aparente y el entorno más destructivo del ciclón.
Los especialistas de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) explican que el efecto estadio no solo ofrece una vista impactante, sino que también indica que el huracán ha alcanzado una estructura muy organizada y una intensidad máxima.
Imágenes desde el espacio muestran el ojo del huracán Melissa
El fenómeno ha podido observarse con claridad gracias a imágenes captadas desde la Estación Espacial Internacional (EEI). En los videos compartidos a través de las redes sociales, se aprecia el ojo del huracán Melissa con una forma perfectamente circular, rodeado de una espiral de nubes densas que cubren gran parte del Caribe.
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Desde la órbita terrestre, el sistema parece una gigantesca espiral blanca con un centro despejado. El video muestra cómo el efecto estadio forma una especie de cúpula abierta hacia el cielo, mientras las paredes de nubes giran a su alrededor a velocidades extremas.
Estas imágenes coinciden con las observaciones de los aviones cazahuracanes de la NOAA, que registraron una presión mínima central de 892 milibares, una de las más bajas reportadas en los últimos años en el Atlántico. Según los datos de vuelo, los vientos dentro del anillo exterior alcanzan 185 millas por hora (295 km/h).
Un fenómeno tan impresionante como peligroso
A pesar del espectáculo visual que representa, el efecto estadio no implica seguridad para quienes se encuentran en tierra. Los meteorólogos advierten que esa calma puede durar pocos minutos antes de que regrese la parte más violenta del huracán.
El Servicio Nacional de Huracanes recomienda permanecer en refugios interiores, preferiblemente sin ventanas, y utilizar elementos de protección como colchones o cascos. Los habitantes de Jamaica, Cuba y Bahamas se mantienen bajo aviso de huracán de categoría 5, mientras Melissa continúa desplazándose hacia el noroeste con condiciones que amenazan la vida.
Desde el espacio, el huracán Melissa exhibe con claridad el equilibrio entre destrucción y estructura que caracteriza a los ciclones tropicales más intensos. Su paso deja una lección sobre la fuerza de la naturaleza y la precisión con la que los científicos logran observar sus mecanismos internos, entre ellos, el enigmático efecto estadio.