El Ministerio de Cultura confirmó nuevos avances en el proceso de conservación e investigación de los objetos arqueológicos extraídos del área del galeón San José, uno de los yacimientos subacuáticos más importantes del país.
Mariana Carulla, conservadora de la entidad, explicó en diálogo con La FM cómo avanza el trabajo técnico y científico sobre las piezas recuperadas y el reto que representa para el país intervenir un patrimonio de semejante valor histórico.
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“Y aquí, en el centro de investigaciones oceanográficas e hidrográficas del Caribe, están el cañón y las piezas de porcelana, al igual que el trozo de cabo, la cuerda que fue recuperada de la parte posterior, en la culata del del cañón, ese es el material que va a ser tratado aquí en en Cartagena”, explicó.
¿De qué año data los objetos?
Sobre la temporalidad de los hallazgos, explicó que el cañón tiene la fecha 1654 grabada y que las monedas corresponden al año 1707, lo que confirma la cercanía cronológica con el galeón San José.
“A esa profundidad no se puede llegar sino con robots, entonces, pues dependemos de de un trabajo conjunto muy muy importante y de la sinergia que se pueda dar entre los diferentes componentes”, dijo.
Objetos chinos en América
Una de las piezas de porcelana presenta un sello que permite profundizar en su origen y en preguntas clave, como por qué cargamentos asiáticos viajaban en una nave que partía de América hacia Europa.
Según Carulla, las tres macuquinas, monedas coloniales halladas en la zona, fueron trasladadas al Museo Nacional, donde están siendo intervenidas por la restauradora Carla Riera, integrante del equipo del Ministerio de Cultura.
En paralelo, en el Centro de Investigaciones Oceanográficas e Hidrográficas del Caribe (CIOH), en Cartagena, permanecen el cañón encontrado en aguas profundas, fragmentos de porcelana china y un trozo de cabo asociado a la pieza artillera.
“Digamos que eso nos va acercando a la época en la que fue fabricado, confirma su confirma además su de dónde viene, su proveniencia, y digamos que tratar de responder la pregunta de qué hacía un cargamento de porcelana china en el Galeón que iba de América a Europa”, explicó.
Investigación en laboratorio
En una primera fase, el equipo agotará los análisis posibles en los laboratorios locales y, posteriormente, buscará apoyo de otros centros especializados para completar estudios específicos de conservación y arqueología.
Carulla también subrayó que uno de los principales retos del proyecto ha sido articular el trabajo entre el sector defensa y el sector cultura, una alianza poco habitual pero que, según dijo, ha logrado consolidar un lenguaje común después de más de dos años de trabajo conjunto.
Frente a la posibilidad de extraer el galeón o grandes cantidades de objetos, Mariana Carulla fue enfática en señalar que el enfoque actual de la arqueología no busca “sacarlo todo”, sino responder preguntas de investigación y recolectar únicamente piezas que puedan conservarse adecuadamente.
Añadió que el sitio es monitoreado de manera permanente para estudiar su estado, su dinámica biológica y posibles riesgos de seguridad, incluidas amenazas de saqueo o presencia de embarcaciones no autorizadas.
Carulla concluyó que, aunque los tiempos de conservación son largos, la meta es que los colombianos puedan ver estas piezas en el futuro y hacer parte del proceso de conocimiento de este patrimonio excepcional.