En una emotiva despedida cargada de simbolismo y nostalgia, Nancy Pelosi, la primera mujer en presidir la Cámara de Representantes de Estados Unidos, anunció este jueves que no buscará la reelección en 2026, cerrando así una de las carreras políticas más influyentes en la historia moderna del país.
“No buscaré la reelección al Congreso. Con un corazón agradecido, espero con ilusión mi último año de servicio como su orgullosa representante”, expresó la legisladora de 85 años en un mensaje de video dirigido a sus votantes en San Francisco, acompañado de imágenes icónicas del puente Golden Gate, la Torre Coit y otros símbolos de la ciudad que marcó su vida política.
Pelosi, quien lideró a los demócratas en la Cámara durante dos décadas, fue una pieza clave en la arquitectura del poder del Partido Demócrata. Desde 2002 hasta 2022, fungió como aliada esencial de Barack Obama y Joe Biden, y se erigió en una férrea opositora de George W. Bush y Donald Trump. Su anuncio —anticipado por medios como NBC News— pone fin a casi 40 años de servicio legislativo, durante los cuales transformó la dinámica del Congreso y redefinió el papel de las mujeres en la política estadounidense.
Aunque dejó el liderazgo demócrata en 2022, sus colegas le concedieron el título de “presidenta emérita” en reconocimiento a su legado. Pelosi aseguró que tomó su decisión tras la aprobación de la Proposición 50 de California, un nuevo mapa electoral que, según dijo, marca un momento oportuno para “ceder el testigo”.
“De cara al futuro, mi mensaje a la ciudad que amo es este: San Francisco, ¡conozcan su poder! Hemos hecho historia; hemos progresado. Siempre hemos estado a la vanguardia, y ahora debemos seguir haciéndolo participando plenamente en nuestra democracia y luchando por los ideales estadounidenses que tanto apreciamos”, afirmó.
La decisión de Pelosi abre una feroz batalla política por su escaño, en un distrito profundamente liberal donde ya se perfilan aspirantes como el senador estatal Scott Weiner y el exejecutivo tecnológico Saikat Chakrabarti, cofundador del grupo progresista Justice Democrats. Analistas anticipan que otros demócratas también se sumarán a la contienda, algo inédito en casi cuatro décadas de hegemonía pelusiana.
Nacida en Baltimore en 1940, en el seno de una familia demócrata tradicional —su padre y su hermano fueron alcaldes de la ciudad—, Pelosi aprendió desde joven las claves del poder. Fue elegida por primera vez al Congreso en 1987, y su ascenso fue meteórico: en 2001 derrotó a Steny Hoyer para convertirse en la mujer con el cargo más alto en la historia del Congreso hasta ese momento, y un año después se convirtió en líder de la minoría demócrata.
En 2006, tras el regreso de su partido al control de la Cámara, hizo historia al ser elegida primera mujer presidenta de la Cámara de Representantes. Desde ese cargo, lideró la aprobación del Obamacare, impulsó políticas climáticas y sociales, y fue una de las voces más firmes frente a la administración Trump.
Su tensa relación con el expresidente republicano marcó una era de confrontación política: desde la discusión televisada en el Despacho Oval en 2018, hasta el momento en que rompió una copia del discurso del Estado de la Unión en plena sesión del Congreso en 2020. “Desayuno clavos”, solía bromear sobre su temple.
Pelosi fue también la artífice de los dos procesos de juicio político contra Trump, y más tarde, una pieza clave en la aprobación de la Ley de Reducción de la Inflación bajo la presidencia de Biden.
“Nancy Pelosi es una figura icónica, legendaria y transformadora que ha hecho tantas cosas durante tantos años para mejorar la vida de tantas personas”, dijo el actual líder demócrata en la Cámara, Hakeem Jeffries, tras conocerse su retiro.