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Oppenheimer: el verdadero origen de la frase "me he convertido en la Muerte, el destructor de mundos"

Robert Oppenheimer recordó esa frase al finalizar la primera prueba de la bomba atómica, días antes de la destrucción en Hiroshima y Nagasaki.

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Viernes, Julio 28, 2023 - 16:00
Cillian Murphy y Robert Oppenheimer
Cillian Murphy y Robert Oppenheimer
Fotos: Universal Pictures y AFP

'Oppenheimer', del aclamado director británico Christopher Nolan, ha tenido un gran éxito en la crítica y en la taquilla, con más de 230 millones de dólares recaudados desde su estreno el pasado 20 de julio. Basada en el libro 'American Prometheus', de Kai Bird y Martin J. Sherwin, la película se centra en la vida de Robert Oppenheimer (1904-1967), el físico estadounidense que fue una de las mentes que ayudaron a desarrollan las primeras bombas nucleares.

La cinta ha sido considerada por muchos como la obra maestra de Nolan, una afirmación que pesa mucho teniendo en cuenta que se trata de un cineasta que ha hecho joyas del séptimo arte como 'Dunkirk' (2017), 'The Dark Knight' (2008) y 'Memento' (2000).

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Además de la obsesión de Nolan por grabar en cinta cinematográfica, en lugar de digital, y de evitar lo máximo posible los efectos creados por computador, hay una escena de 'Oppenheimer' que lo consolida como uno de los grandes directores del siglo XXI y que refuerza la idea de que esta es su obra maestra: la primera prueba de la bomba atómica, que se llevó a cabo el 16 de julio de 1945 en la vida real. El manejo del sonido, la luz, la actuación de Cillian Murphy, la música: una escena que logra retratar a la perfección un momento que cambió la historia.

"Me he convertido en la Muerte, el destructor de mundos": el origen de la frase

Semanas después de la "exitosa" prueba, el gobierno de Estados Unidos cometió una de las mayores infamias contra la humanidad: arrojar dos bombas nucleares sobre las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki, el 6 y el 9 de agosto de 1945. El ataque dejó más de 200.000 personas muertas, aunque no hay un consenso sobre la cifra definitiva.

Y veinte años después Robert Oppenheimer pronunció la frase por la que aún es recordado. Lo hizo para 'The Decision to Drop the Bomb' (La decisión de lanzar la bomba), documental de NBC News publicado en 1965.

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Oppenheimer relató lo que sucedió ese 16 de julio de 1945, el día de la prueba: "Sabíamos que el mundo no sería igual. Algunas personas se rieron; otras lloraron. La mayoría se mantuvo en silencio. Recordé la línea de la escritura hindú, el Bhagavad Gita; Vishnu intentaba persuadir al príncipe de que debía hacer su deber y, para impresionarlo, asumió su forma de múltiples brazos y dijo: 'Ahora me he convertido en la Muerte, el destructor de mundos'. Supongo que todos pensamos eso, de una manera u otra".

La profunda historia de la frase

La cita hace parte del Bhagavad-gītā, un libro sagrado que relata la conversación entre Krishna, una de las encarnaciones del dios Vishnú, y Arjuna, su amigo y discípulo que también era un príncipe guerrero y debía enfrentarse a un ejército compuesto por amigos y familiares, una situación que lo atormenta, según reseña Wired. Krishna, que decide mostrarse con su forma universal a petición de Arjuna, termina dándole una lección sobre el deber sagrado.

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El texto fue escrito originalmente en sanscrito, uno de los idiomas antiguos de la India. Y Oppenheimer sabía leer en sanscrito. La película resuelve este aspecto con una supuesta charla entre el físico y Jean Tatlock, su amante: ella toma un libro, selecciona una frase y él se la lee en inglés: "Now I am become Death, the destroyer of worlds".

Como bien lo cuenta Hillary Busis en 'Variety', Oppenheimer aprendió sanscrito a principio de la década de los 30 cuando trabajaba en la Universidad de Berkeley, por el gusto que tenía por "lo místico, lo críptico". Sin embargo, parece que la traducción que hizo Oppenheimer pone el texto en un sentido diferente al que se quería mostrar originalmente.

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Según Stephen Thompson, doctor en gramática sanscrita, en lugar de "muerte", la traducción debería ser "tiempo que destruye el mundo", debido a que el hinduismo no concibe al tiempo de forma lineal, de modo que el dios está tanto en la creación como en la disolución de la existencia, dijo Thompson a la revista 'Wired'.

Arjuna termina liberándose del tormento al comprender que a él no le corresponde decidir quién vive o muere: "Arjuna no debe llorar ni regocijarse por lo que el destino le depare, sino que debe estar sublimemente desapegado de tales resultados", indicó el académico.

Contrario al guerrero, Robert Oppenheimer nunca logró llegar a esa paz: "Él no parece creer que el alma es eterna, mientras que Arjuna sí", añadió Thompson.

Fuente:
Sistema Integrado Digital