El ministro de Defensa Nacional, el alto mando de las Fuerzas Militares y de la Policía, en unión a familiares y amigos, acompañaron la ceremonia religiosa, que no solo despidió a los militares, sino que fue el espacio para expresarle a toda la Fuerza Aérea, el mensaje de solidaridad en nombre de los colombianos.
Las palabras de monseñor Fabio Suescún Mutis, obispo castrense de Colombia, fueron esperanzadoras, en medio del dolor que embarga a las Fuerzas Armadas.
De igual forma, el comandante de la Fuerza Aérea Colombiana, general Carlos Bueno, animó a los uniformados a seguir adelante.
"Por eso duele tanto este adiós, porque despedimos héroes y patriotas que sólo pueden ser dignamente honrados si damos continuidad a su tarea, si su esfuerzo y su sacrificio es perpetuado por quienes, sin jamás olvidarlos, sabrán sobreponerse al dolor de su ausencia y continuarán con su labor trabajando por la paz..."