En esta Nota:
Breadcrumb node

Hidroituango: los que no evacúen deberán firmar acta de responsabilidad

Antes de encender las alarmas, más de 600 personas aún se rehusaban a salir de las zonas en riesgo.

Actualizado:
Jueves, Mayo 31, 2018 - 07:01
Familias desplazadas de las riberas del río Cauca por el rápido ascenso del embalse de Hidroituango
AFP

Las horas y días pasan, pero el riesgo no disminuye. Al cumplirse 3 semanas de emergencias en Hidroituango, las fallas técnicas siguen latentes por las grietas en las montañas de la obra, el represamiento de los túneles de captación y una posible emergencia en el vertedero de las aguas de río Cauca

Mientras se agrava la incertidumbre en el proyecto, las familias volvieron a escuchar el sonido con el que han soñado los últimos días: el de las sirenas. Por cuarta vez en 20 días, las autoridades encendieron las alarmas que anuncian la orden de evacuación.

Antes de encender las alarmas, más de 600 personas aún se rehusaban a salir de las zonas en riesgo, a donde una posible avenida torrencial podría llegar en menos de 50 minutos. Tras anunciar que "¡No se irán!", algunos campesinos pidieron ser atendidos en el sitio, pues en los albergues ya no habría cupos.

Por la cantidad de personas que se rehúsan a evacuar y los vacíos legales para proceder en estos casos, el subcomandante de los bomberos de Valdivia, Juan Esteban Vásquez, explicó que quienes no salgan de la zonas en riesgo deberán firmar un acta, aceptando que seguirán en el sitio "bajo su propia responsabilidad".

Pero las afectaciones van más allá. En la parte alta de Puerto Valdivia, considerada zona segura, cerca de 9 mil habitantes completan 3 semanas sin dónde conseguir alimentos, con el agravante de que viven a 5 horas de camino en mulas, animales para los que la comida también comienza a agotarse.

En los albergues de Valdivia ya hay más de 3 mil 800 personas, mientras que en el Bajo Cauca son más de 24 mil evacuados. José Gastón Sanín, gerente municipal para la atención de la emergencia, reveló que 173 familias han aceptado el subsidio de un millón 100 mil pesos para salir de los albergues.

Tras la última alocución televisada del gobernador de Antioquia, Luis Pérez, la incertidumbre aumentó en la zona de la tragedia, pues sus habitantes vieron cómo desde la misma institucionalidad se denuncia que EPM estaría ocultando información. Mientras tanto, la propuesta de realizar un derrumbe controlado en la montaña comienza a tomar fuerza.

Por falta de cupos en los albergues, familias estarían retornando a zona de alto riesgo:

Tres semanas más tardaría la adecuación del nuevo albergue que preparan las autoridades para atender a las personas evacuadas de las zonas de alto riesgo en Puerto Valdivia, que está ubicado a 37 kilómetros de Hidroituango. El nuevo refugio, que será administrado por la Policía de Rescate, daría un respiro en la atención humanitaria de la emergencia.

 

Pero hasta que eso no suceda, la situación en los 11 albergues seguirá desbordada. El comerciante Carlos Arrieta, quien volvió a la zona de riesgo, denunció que no le dieron cupo en los albergues, pese a que trató de refugiarse allí con su hijo y su esposa. Por la falta de espacio, la familia habría tenido que retornar a orillas del río Cauca.

Así como él, decenas de comerciantes volvieron a la zona más afectada por las emergencias en la represa, sin importar que las montañas presentan movimientos en masa, sumado a los problemas en los túneles que se han represado. Carlos Arrieta volvió al puerto y abrió su panadería, lamentando que EPM no ofrezca soluciones económicas a quienes perdieron su fuente de empleo por los daños en la central.

En la mañana de este jueves, el viceprocurador nacional y el director de la unidad de gestión del riesgo recorrerán algunos de los albergues para evacuados, y participarán en las reuniones del puesto de mando unificado en Valdivia.

Se espera que desde allí se revisen las denuncias sobre supuesta falta de cupos en los refugios, situación que vulneraría aún más los derechos de las personas que continúan a orillas del río, arriesgando su vida ante una posible inundación del Bajo Cauca.