En primer lugar, cada uno de los sectores políticos que conforma la tendencia del NO, tendrá que definir un aspirante. Es decir, el Centro Democrático deberá escoger a uno de sus precandidatos, así como lo propio tendría que hacer el sector de las bases conservadores, que muy seguramente impulsaría a Marta Lucía Ramírez.
Una vez estén todos los candidatos, en cuya bajara también entraría Alejandro Ordóñez, se definiría el mecanismo que permita escoger aspirante único, que podría ser una consulta popular en marzo del próximo año.
Quien gane esa consulta sería designado como el candidato presidencial del 'no y el que ocupe el segundo lugar, se acomodaría como fórmula vicepresidencial.
Hasta el momento esta es la idea que se ha ventilado al interior de las reuniones de los compromisarios, pero aún falta que se concrete una propuesta definitiva.