Es un récord sin precedentes. La Nasa lanzó en 1977 a Voyager 1, un satélite artificial para estudiar dos gigantes del sistema solar: Júpiter y Saturno. Pero la tecnología usada para este objeto interestelar superó las expectativas de funciones y siguió su rumbo por el universo. En 2026 se prevé que alcance una distancia hasta ahora inigualable para cualquier otro objeto del ser humano enviado al espacio: un día luz.
¿Qué es Voyager 1?
El también conocido como Viajero 1, se construyó para estudiar el sistema solar. De acuerdo con información de la Nasa, "La Voyeger 1 descubrió un anillo delgado alrededor de Júpiter y dos lunas: Tebe y Metis". En Saturno también se halló cinco nuevas lunas y un anillo al que se le ha denominado Anillo G.
Pero este objeto sorprendió a los científicos. Pues "fue la primera nave espacial en cruzar la heliosfera, el límite donde las influencias del exterior de nuestro sistema solar son más fuertes que las de nuestro sol", indica la Nasa. Este hito se logró en agosto de 2012.

Un dato curioso: pese a que se llama Voyager 1, fue lanzada (5 de diciembre de 1977) después que su gemela "Voyager 2", pero superó el recorrido de su par "debido a una ruta más rápida, donde se salió del cinturón de asteroides antes que su gemela y la adelantó el 15 de diciembre de 1977", publicó la Nasa.
Características de Voyager 1
De acuerdo con esta misma fuente, el viajero 1 está armado con los siguientes instrumentos científicos:
- Sistema Científico de Imágenes (ISS)
- Espectrómetro Ultravioleta (UVS)
- Espectrómetro Interferométrico Infrarrojo (IRIS)
- Experimento de Radioastronomía Planetaria (PRA)
- Fotopolarímetro (PPS)
- Magnetómetro Fluxgate Triaxial (MAG)
- Espectrómetro de Plasma (PLS)
- Experimento de Partículas Cargadas de Baja Energía (LECP)
- Experimento de Ondas de Plasma (PWS)
- Telescopio de Rayos Cósmicos (CRS)
- Sistema Científico de Radio (RSS)
Un nuevo problema y el fin de la misión de Voyager 1
Sin embargo, no todo es sencillo. La gran distancia que separa a la Tierra de la sonda Voyager 1, que actualmente se encuentra a cerca de 25.000 millones de kilómetros, hace que cualquier operación o intento de comunicación enfrente importantes limitaciones. De acuerdo con una publicación del medio New Atlas, en el momento en el que este satélite pase el límite del día-luz, los científicos deberán esperar 24 horas para que logren mantener un intercambio de información entre mensaje y mensaje.
Pese a que la tecnología del Voyager 1 es anticuada, en comparación con la que se ha desarrollado en la actualidad, el viajero más lejano con respecto a la tierra sigue enviando información. El medio Interesting Engineering afirma que aún es capaz de medir partículas interestelares, campos magnéticos y rayos cósmicos, pero a una capacidad reducida.

La Nasa ha hecho todo lo posible para mantener activa la comunicación con Voyager 1, pero es consciente que en algún punto no podrá obtener más datos de esta sonda. Se considera que será a inicios de la década de 2030, por lo que el objeto humano que más ha viajado en distancia en el universo, dejará de operar y seguirá su rumbo por el espacio sideral, ignorando todo lo que conozca desde entonces y, en consecuencia, serán datos que no conozca la humanidad.
Una misión extra
Pese a que será obsoleto en funciones, el satélite aún contiene algo que podría aumentar su valor informativo. Es que Voyager1 (su gemelo también) tiene un disco de oro con información humana: saludos en 55 idiomas, música de diferentes culturas humanas y sonidos de la tierra.
El viaje de Voyager estará, según cálculos de los expertos, a más de 60.000 Km/h. Por la dirección que tomó, llegará a la nube de Oort, conocida como una región de cometas, a una distancia de 300 años luz de su posición actual. En el siguiente enlace podrá ver el recorrido de este objeto.