El reciente fallecimiento de la cantante de música popular Mayerli Díaz, conocida artísticamente como La Voz de Quipile, ha generado preocupación y reflexión en torno a los riesgos asociados a los procedimientos estéticos en el país. La artista de 32 años, madre de dos menores de 11 y 13 años, murió el pasado fin de semana en el Hospital San Rafael de Facatativá, Cundinamarca, tras sufrir complicaciones luego de someterse a un tratamiento estético.
Según lo relatado por su prima, Liliana Díaz, en una entrevista con el programa Habla con Ella de La FM, la intervención no correspondía a una cirugía formal, sino a un procedimiento para levantamiento de glúteos. La familia aseguró que no tenía conocimiento del lugar ni de la persona que realizó el tratamiento y que el caso se encuentra actualmente bajo investigación de las autoridades.
Incremento de intervenciones estéticas mal realizadas
La Sociedad Colombiana de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva ha alertado reiteradamente sobre el incremento de intervenciones estéticas mal practicadas en Colombia, país que se ha convertido en un destino para este tipo de servicios. De acuerdo con cifras compartidas durante la entrevista, en 2024 se habrían realizado más de 490 mil procedimientos estéticos, entre ellos más de 33 mil de aumento de senos y alrededor de 28 mil relacionados con párpados.
Expertos advierten que una parte de estos tratamientos se llevan a cabo en establecimientos no autorizados o por personal sin la formación médica necesaria, lo que aumenta de manera significativa el riesgo para los pacientes. En el caso de Díaz, su familia y representantes artísticos afirmaron que las circunstancias aún no son claras y que será la investigación judicial la que determine responsabilidades.
¿Cuál era la situación de la artista?
Su mánager, Néstor Moreno, recordó que la cantante avanzaba en su carrera y trabajaba en nuevos proyectos musicales. Indicó que, aunque ella le mencionó de forma breve que se realizaría un procedimiento estético, desconocía los detalles y aseguró que la artista “no lo necesitaba” para su imagen profesional.
El fallecimiento de Mayerly Díaz puso sobre la mesa la necesidad de reforzar la inspección, vigilancia y control en el sector de los procedimientos estéticos, así como de insistir en que cualquier intervención invasiva debe ser practicada por profesionales habilitados y en centros certificados.