Las celebraciones de fin de año continúan dejando graves consecuencias en la salud de niños, jóvenes y adultos a causa del uso de pólvora y otros artefactos explosivos.
Así lo advirtió la médica cirujana Patricia Gutiérrez de Reyes, jefa de la Unidad de Quemados del Hospital Simón Bolívar, quien alertó sobre la severidad y complejidad de las lesiones que diariamente atiende el equipo médico, especialmente en estas festividades de año nuevo.
Según explicó la especialista, cuando un artefacto pirotécnico estalla frente a una persona, las primeras zonas afectadas suelen ser la cara, el tórax, las manos, los genitales y las piernas.
“Este año también hemos visto lesiones en la cabeza. Son artefactos altamente peligrosos y no hay ninguno seguro”, señaló.
Aunque no todos los pacientes requieren hospitalización, Gutiérrez de Reyes aseguró que ya se han registrado amputaciones de falanges, pérdida de dedos y fracturas severas.
“La pólvora no produce una quemadura común. La pólvora fractura, amputa y lesiona gravemente”, enfatizó.
Casos que marcan de por vida
La médica relató que, a lo largo de su trayectoria, ha presenciado situaciones estremecedoras. Entre ellas, recordó el caso de una adolescente de 16 años que murió de forma instantánea tras una explosión que le causó una ruptura interna del hígado.
También mencionó episodios de voladores que estallan en las manos, provocando heridas que se extienden hasta el hombro, así como numerosos casos de ceguera permanente por chispas de pólvora.
“Jamás olvido a los niños de Villavicencio que quedaron ciegos porque su padre puso una caja de pólvora sobre la chimenea, ni al taxista que llevaba pólvora debajo de sus piernas y murió en una explosión”, relató.
Riesgos más allá de la pólvora
La especialista advirtió que la temporada decembrina no solo incrementa las lesiones por pólvora, sino también las quemaduras domésticas, especialmente en niños que se encuentran de vacaciones. Accidentes con aceite caliente, agua hirviendo, sopas, chocolate, tamales o frituras son frecuentes cuando hay descuidos en la cocina.
“Niños que jalan manteles, ollas que se caen, velas mal ubicadas o farolitos dentro de cunas han provocado tragedias. Esta es una época de muchísimo peligro”, afirmó.
Hospital en alerta permanente
La Unidad de Quemados del Hospital Simón Bolívar se mantiene en alerta máxima, con disponibilidad permanente para atender a los pacientes.
Uno de los mayores riesgos, según Gutiérrez de Reyes, es que las personas no acuden de inmediato a los servicios de salud y optan por remedios caseros o recomendaciones de farmacias.
“Eso agrava las lesiones. Si el accidente ocurrió, hay que llevar al paciente inmediatamente al centro asistencial más cercano para evitar infecciones, tratar fracturas o realizar cirugías a tiempo”, explicó.
Finalmente, hizo un llamado directo a los padres de familia para asumir su responsabilidad. “Cada familia en Colombia tiene la obligación de no exponer a sus hijos a estos riesgos ni llevar pólvora a sus hogares. La prevención empieza en casa. Que el ‘no’ sea una premisa real en este fin de año”, concluyó.
Reporte de las autoridades
Las lesiones causadas por el uso de pólvora pirotécnica en Colombia registran un incremento del 18% durante la temporada 2025-2026, en comparación con el mismo periodo del año anterior, según el Boletín No. 32 de Vigilancia Intensificada del Instituto Nacional de Salud.
De acuerdo con el reporte oficial, entre el 1 de diciembre de 2025 y el 31 de diciembre de 2025 se han notificado 998 personas lesionadas, frente a 846 casos reportados en el mismo periodo de la temporada 2024-2025. Las autoridades sanitarias reiteraron el llamado a evitar el uso, manipulación y comercialización de pólvora, especialmente en las celebraciones de fin de año.
Departamentos con mayor aumento de casos
El informe evidencia incrementos significativos en varias entidades territoriales. Antioquia encabeza la lista con 141 casos, lo que representa un aumento del 28,2% frente al año anterior. Le siguen Valle del Cauca, que pasó de 21 a 37 casos (76,2%), Cauca con un incremento del 31,7%, Atlántico con 37,1%, y Cundinamarca, que reporta un aumento del 26,2%.
También se destacan aumentos preocupantes en Cartagena (180%), Buenaventura (120 %), Casanare (100%) y Arauca, que pasó de un caso a nueve, lo que representa un incremento del 800%.
Manipulación directa, principal causa de las lesiones
El boletín señala que el 65,7 % de los casos se produjo durante la manipulación directa de pólvora, seguido de personas que resultaron lesionadas como observadores (27,6 %). En menor proporción, los eventos ocurrieron durante el transporte, almacenamiento o venta de estos artefactos.
Entre los artefactos más involucrados en las lesiones se encuentran los totes (31 %), los voladores (18,8 %), otros elementos pirotécnicos (19,7 %) y los cohetes y volcanes, cada uno con el 7,6 % de los casos.
Gravedad de las lesiones y población afectada
La mayoría de las lesiones corresponde a quemaduras de primer grado (47,4 %) y segundo grado (43,8 %), mientras que el 8,8 % fueron quemaduras de tercer grado, consideradas de alta gravedad.
En cuanto a la población afectada, 315 casos corresponden a menores de 18 años, lo que mantiene la alerta por el riesgo que representa la pólvora para niños y adolescentes.