La obesidad infantil es un problema de salud pública que ha aumentado significativamente en los últimos años. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más del 30% de los niños y adolescentes en todo el mundo tienen sobrepeso u obesidad, lo que puede llevar a una serie de complicaciones graves a largo plazo.
La obesidad infantil se define como un índice de masa corporal (IMC) superior a 30, lo que indica un peso mayor al normal para su estatura. Esto puede ser causado por una combinación de factores, incluyendo una dieta desequilibrada, falta de actividad física regular y un estilo de vida sedentario.
El nutricionista Gustavo Díaz, docente e investigador de la Universidad El Bosque, subraya la importancia de monitorear el peso y la talla de los niños utilizando las curvas de crecimiento y desarrollo avaladas por el Ministerio de Salud. Señala que un profesional debe evaluar a los niños para determinar si tienen obesidad.
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Luz Helena Buitrago León, directora de la especialización en Psicología Clínica y Desarrollo Infantil de la Universidad El Bosque, destaca la necesidad de evitar comentarios que normalicen el exceso de peso en los niños, como "así somos todos en la familia... gorditos", y de desmitificar la idea de que la obesidad infantil es sinónimo de ternura.

Recomendaciones para prevenir la obesidad en niños
- Porciones adecuadas: Gustavo Díaz recomienda no restringir el consumo de alimentos en los niños, pero sí darles porciones adecuadas para su edad.
- Consumo de alimentos saludables: Incluir frutas, verduras, papa, yuca, arroz y pasta en la dieta infantil, y evitar el consumo excesivo de dulces, gaseosas y alimentos fritos o empaquetados.
- Actividad física: Fomentar actividades físicas y recreativas para combatir el sedentarismo, y limitar el tiempo frente a dispositivos electrónicos.
- Monitoreo de hábitos: Los padres deben estar atentos a las rutinas y comportamientos de los niños, ya que factores como el bullying, el maltrato y los trastornos hormonales pueden contribuir a la obesidad.
- Chequeos médicos: Es crucial monitorear la salud de los niños para descartar problemas hormonales que pueden causar exceso de peso, como el hipotiroidismo.
- La obesidad infantil y su futuro: La obesidad es un factor de riesgo a largo plazo para enfermedades como el cáncer, la hipertensión y la diabetes. A corto y mediano plazo, puede afectar la salud mental, disminuyendo la autoestima y alterando la percepción de la imagen corporal.
- La salud mental también juega un papel importante: "No es aconsejable que los padres utilicen los alimentos como forma de expresar afecto, evadir emociones o como recompensa", comenta Luz Helena Buitrago.
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Consejos para promover hábitos saludables en los menores
- Permitir elecciones: Permitir que los niños escojan sus alimentos, dentro de opciones saludables, les ayuda a sentir que tienen control sobre sus decisiones.
- El ejemplo empieza en casa: Los padres deben ser modelos de hábitos alimenticios saludables, mostrando que disfrutan la comida sana y explorando junto a sus hijos nuevos sabores y texturas.
- Actividades en casa: Involucrar a los niños en tareas del hogar que impliquen movimiento, como barrer, organizar y cuidar de las mascotas.
"Cuando los alimentos se asocian con las emociones, los niños pueden comenzar a usarlos como mecanismo para enfrentar el estrés o emociones negativas. Es crucial una alimentación afectiva sana, así como una alimentación nutricional sana. En muchos contextos, encontramos más desnutrición afectiva que alimentaria", menciona Buitrago.
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Los padres deben estar atentos a los comportamientos de los niños, ya que la obesidad puede hacerlos víctimas de bullying. Señales de esto pueden incluir insatisfacción con su cuerpo y conductas dañinas para modificar su peso rápidamente.