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El presidente de la Cámara de Representantes, David Racero, retiró este miércoles una serie de vehículos que estaban asignados a diversas oficinas de la corporación. A través de una resolución, Racero llamó a la austeridad en el gasto en materia de movilidad.
Suspender “indefinidamente la asignación de los vehículos del parque automotor de propiedad de la Cámara de Representantes a la Presidencia, Primera y Segunda Vicepresidencia, Secretaria General, Subsecretaria General, Comisiones Constitucionales, Legales y especiales”, señala la resolución.
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Del mismo modo, a la “Oficina de Información y Prensa y Oficina de Control Interno de la Cámara de Representantes, de conformidad con lo expuesto en la parte motiva de la presente Resolución”.
Por su parte, Racero explicó que “ningún funcionario dependiente de presidencia o vicepresidencia podrá tener una camioneta asignada directamente por el Congreso (…) con esto podremos ahorrar por lo menos $1.000 millones de pesos, estamos siendo coherentes, estamos adelantando lo que hemos hablado antes de llegar a la presidencia”.
“Las camionetas no deben ser usadas como Uber privado, sino para lo que fue consentido: protección para personas con riesgo extraordinario”, añadió Racero.
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Racero afirmó que se adoptarán “las medidas necesarias y procedentes para una mejor organización interna, en orden a una eficiente labor legislativa y administrativa”.
“Por ahora se requiere la voluntad expresa de los congresistas (…) hoy hay un decreto que expresa que ellos, solo por ser congresistas, tiene acceso a una camioneta blindada (…) sino tienen ningún tipo de riesgo, pudiesen entregar las camionetas, el Congreso debe dar ejemplo y no vergüenza”, recalcó David Racero, quien pidió entender el recorte de los gastos.
