Tras el ataque a tres guardias de la cárcel Modelo en Bogotá, empleados penitenciarios denunciaron dos atentados más en Valle del Cauca
Miembros del Inpec describieron al 3 de octubre como un "día negro" para la institución.

En medio de las investigaciones para dar con los responsables del ataque contra cuatro dragoneantes que hacían parte de la cárcel Modelo de Bogotá, el gremio de trabajadores penitenciarios alertó por otros dos atentados que enlutaron al Inpec este viernes.
Miguel Muñoz Llano fue el dragoneante asesinado en la capital. Salía de turno cuando fue acribillado por cuatro personas que se desplazaban en dos motocicletas y que hirieron a tres de sus compañeros. Desde las seis de la mañana las autoridades investigan.
Sobre las nueve de la noche, Óscar Robayo, presidente de la Unión de Trabajadores Penitenciarios (UTP), un sindicato clave de integrantes del Inpec, advirtió que la acometida en Bogotá no fue la única que el Instituto Carcelario padeció el 3 de octubre.
En Palmira, Valle del Cauca, de acuerdo con Robayo, otros dos funcionarios murieron "por las balas criminales". Según sus cifras, hasta el momento 35 miembros del Inpec han sido asesinados, aunque no especifica en qué período.
No obstante, hasta el momento la institución no confirma el saldo de asesinados. Hasta ahora, la versión oficial preliminar es que ocurrieron dos ataques en dos puntos distintos. El primero, en el barrio El Trébol, donde fue acribillada la víctima fatal.
Personas en motocicleta abordaron con un arma de fuego al dragoneante, quien luego falleció por la gravedad de las heridas. Las autoridades aún no confirman el deceso de un segundo funcionario, atacado en otro hecho y trasladado a Cali para ser atendido.
Robayo calificó al viernes como "un día negro en la historia del Inpec" por cuenta del número de atentados, y su compañero Christian López, vicepresidente de la UTP, le explicó a Noticias RCN que contra los guardias del Instituto avanza un 'plan pistola'.
López, además, manifestó en su cuenta de X que las bandas multicrimen utilizan los ataques contra los agentes para presionar al Gobierno "para negociar". "No somos parte del conflicto armado", añadió el dirigente sindical, quien pidió atención de la UNP.
El propio Gobierno ha sostenido la tesis de que el plan existe. De hecho, el año pasado, cuando el ministro de Justicia aún era Néstor Osuna, el Ejecutivo decretó una emergencia carcelaria para mover recursos dirigidos a la protección de los uniformados.
La UTP compartió en sus redes un pantallazo sobre un ataque armado entre el Puente de Lechugas y la cárcel de Buga, también en Valle del Cauca. Dos personas resultaron lesionadas y fueron trasladadas a un centro médico, según portales web locales.
"Se ha salido de control esto", escribió el sindicato en una publicación en X, insistiendo en que hubo "tres atentados sicariales el mismo día en contra de los servidores penitenciarios", y cuestionando al Gobierno por no atender sus "peticiones y denuncias".
El Inpec había documentado tres atentados contra sus integrantes, antes de los reportes desde Valle del Cauca, en cuatro meses. El primero, el 6 de junio, cuando una granada contra la cárcel de Villahermosa en Cali hirió a un niño y a cuatro guardianes.
Tres meses después, en septiembre, una granada impactó en el vehículo blindado asignado al director regional de occidente del Inpec, Guillermo González Andrade. Y el 3 de octubre hombres armados dispararon contra cuatro guardianes en la cárcel La Modelo.
El ministro de Justicia, Eduardo Montealegre, calificó al atentado en Bogotá como "un acto bárbaro y violento del terrorismo". Actualmente, la Policía mantiene reforzada la seguridad en los hospitales a los que fueron los dragoneantes heridos.