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El pasado 26 de septiembre, la Corte Suprema de Justicia tumbó la condena contra el exsenador Martín Morales por no aplicar la doble instancia en un proceso por presuntos nexos con paramilitares y narcotráfico.
Fue la Sala Civil de la misma Corte la que estudió una tutela que presentó el exsenador y decidió revocar la sentencia de 25 años al argumentar que no permitió que en su caso se aplicara la doble instancia.
Al respecto, Morales radicó un documento donde señaló a la Sala Penal de la Corte de haber tenido un trato discriminatorio en su caso por ser afrodescendiente. Tal y como lo hizo en su tutela, Morales señaló que se le violaron los derechos a la defensa, al debido proceso y a la doble instancia.
De acuerdo al documento, en su caso un trato diferenciado por parte de la Corte Suprema de Justicia a la hora de emitir la decisión que llevó a condenarlo. En ese sentido, comparó su caso con el proceso adelantado en contra del exgobernador de Antioquia, Luis Alfredo Ramos.
Según él, resulta inexplicable que él y Ramos dos aforados y procesados por la Corte, los tiempos fueron tan disimiles en su caso.
Recordó que, aunque los magistrados presentaron sus ponencias en la misma fecha (19 de abril), únicamente un caso pasó a ser remitido a la nueva Sala de Juzgamiento de Primera Instancia: caso de Luis Alfredo Ramos.
“Sobre el asunto de discriminación racial deseo pedirles a ustedes honorables magistrados, que dentro de su pronunciamiento se tracen líneas jurídicas que eviten que otras personas de la comunidad afrodescendiente padezcan un trato discriminatorio racial en la justicia colombiana”, citó en un documento enviado a la Corte.
Aunque dijo que su color de piel no fue el origen de su proceso, sí pudo haber agravado su caso su condición étnica.
