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En el que sea quizás el robo más grande en la historia de California (EE.UU.), ladrones en Los Ángeles se llevaron consigo una suma estimada de hasta 30 millones de dólares de una instalación de almacenamiento de dinero en el Valle de San Fernando durante la noche del domingo de Pascua, según confirmó un funcionario de la policía de la ciudad.
El robo, que se llevó a cabo en una instalación en Sylmar -que maneja y guarda efectivo de diversas empresas en toda la región-, ha desconcertado a los investigadores por su sofisticación y meticulosidad.
El comandante del Departamento de Policía de Los Ángeles, Elaine Morales, informó que los delincuentes lograron ingresar al edificio y acceder a la caja fuerte donde se guardaba el dinero.
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Este asalto no solo figura como uno de los más grandes en la historia de la ciudad en términos de efectivo robado, sino que también supera cualquier robo de vehículos blindados anteriormente registrado allí.
El enigma que rodea el robo ha intensificado aún más la intriga. Según fuentes familiarizadas con la investigación, un grupo de delincuentes penetró en la instalación de Gardaworld en Roxford Street, aparentemente a través del techo del edificio, para acceder a la bóveda. Sin embargo, aún no está claro cómo lograron evadir el sistema de alarma del lugar.
La empresa de seguridad con sede en Canadá, responsable de la protección del establecimiento, no ha emitido comentarios hasta el momento, lo que ha dejado aún más preguntas sin respuesta.
El descubrimiento del robo masivo no se produjo hasta que los operadores del negocio abrieron la bóveda el día siguiente. Imágenes captadas desde un helicóptero de noticias de ABC-7 TV mostraron un gran corte en el costado del edificio, cubierto por un pedazo de madera contrachapada, evidenciando la magnitud del asalto.
Las autoridades fueron alertadas y los detectives de la estación de la División de Misión del LAPD se presentaron en la escena del crimen para recabar pruebas y llevar a cabo las investigaciones pertinentes.
Aunque ha habido especulaciones sobre cómo se llevó a cabo este audaz acto delictivo, las autoridades aún están intentando reconstruir los eventos exactos que llevaron al robo.
Una fuente policial confirmó a LA Times que hubo un intento de violación del costado del edificio, además de la entrada por el techo. Se activó al menos una alarma durante el crimen, pero según una fuente cercana a la investigación, esta no estaba vinculada a las autoridades locales.
Se cree que muy pocas personas tenían conocimiento de las enormes sumas de dinero que se guardaban en la caja fuerte, lo que sugiere que los perpetradores podrían haber tenido acceso a información privilegiada.
Este hecho, junto con la naturaleza elaborada del robo, sugiere la participación de un equipo experimentado y profesional.
Scott Andrew Selby, coautor de "Flawless: Inside the Largest Diamond Heist in History", comentó al medio que el robo exhibe todas las características de un trabajo meticulosamente planificado, llevado a cabo por un equipo profesional.
Selby sugiere que, basándose en otros atracos de esta magnitud, es probable que los delincuentes contaran con información privilegiada para ejecutar su plan con éxito.
Las autoridades, tanto locales como federales, han intensificado sus esfuerzos para esclarecer el crimen. Un portavoz del FBI confirmó que la agencia, en colaboración con el Departamento de Policía de Los Ángeles, está llevando a cabo una investigación exhaustiva sobre el robo.
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Aunque aún no se ha determinado la totalidad de la cantidad de efectivo perdido, se teme que este pueda convertirse en el mayor robo de efectivo en la historia de Los Ángeles.
El anterior récord lo ostentaba un atraco de 18,9 millones de dólares, perpetrado en 1997 en las instalaciones de Dunbar Armored en Mateo Street, aunque los responsables de ese incidente fueron eventualmente capturados.
Este incidente ocurre casi dos años después de otro robo multimillonario en la región, donde hasta 100 millones de dólares en joyas fueron sustraídos de un camión de Brink en una parada de camiones de Grapevine. Este crimen sigue sin resolverse hasta el día de hoy.
