¿Qué es la misteriosa 'sala de las lágrimas' del Vaticano y qué sucede allí tras la elección de un nuevo papa?
El lugar es famoso por ser donde el cardenal elegido en el cónclave se convierte definitivamente como nuevo papa de la Iglesia Católica.

En el corazón del Vaticano, muy cerca del esplendor artístico de la Capilla Sixtina, se encuentra un espacio discreto y cargado de simbolismo: la llamada Sala de las Lágrimas.
Este pequeño cuarto, también conocido como la sala del llanto o sala de las lágrimas, es donde se retira el cardenal elegido como nuevo papa inmediatamente después de ser proclamado por sus pares durante el cónclave. Aunque su existencia no es secreta, muy pocas personas han ingresado alguna vez.
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La función principal de esta sala es práctica pero también profundamente espiritual. Allí, el pontífice electo se cambia por primera vez a la tradicional sotana blanca, símbolo del nuevo rol que acaba de asumir como líder máximo de la Iglesia católica.
Dentro de la sala hay sotanas preparadas en varias tallas para que el nuevo papa elija la que le corresponde. También se le entrega un anillo papal provisional, que luego será sustituido por el anillo del pescador en la ceremonia oficial.
Pero más allá de lo ceremonial, este cuarto tiene una fuerte carga emocional. Se le llama Sala de las Lágrimas porque, según la tradición, muchos papas han llorado allí al comprender el peso de la responsabilidad que se les ha conferido.
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Se dice que es un momento de recogimiento, oración y conmoción, donde el nuevo pontífice se enfrenta al cambio radical que está a punto de vivir. Algunos creyentes aseguran que es en esta sala donde el Espíritu Santo se manifiesta con más fuerza, iluminando el alma del nuevo papa y dándole la claridad necesaria para comenzar su pontificado.
Así, la Sala de las Lágrimas no solo es un lugar de transición física, sino también espiritual. Un espacio íntimo donde comienza, entre emoción y solemnidad, una nueva etapa para la Iglesia católica.