En entrevista con La FM, el diplomático estadounidense Elliott Abrams explicó su visión sobre los operativos de la Armada de Estados Unidos en el Caribe, los cuales, según indicó, tienen un doble propósito. “Hay tantos barcos de guerra en el Caribe, ahora hay una armada tan grande, que creo que hay un segundo motivo y es al menos presionar el régimen en Venezuela”, afirmó. Abrams señaló que estas acciones se desarrollan en dos niveles: “A un nivel, son acciones contra el narcotráfico, pero también hay una intención política”.
¿Existe riesgo de intervención militar directa en Venezuela?
Consultado sobre la posibilidad de una intervención militar directa en Venezuela, Abrams descartó una invasión a gran escala. “No lo veo. No es el tipo de cosas que le gusta al presidente Trump”, dijo. No obstante, consideró posibles operaciones limitadas: “Lo que le gusta son acciones cortas, como en el caso de Soleimani o los ataques contra sitios nucleares de Irán”.
El exfuncionario estadounidense explicó que, aunque no se prevén movimientos masivos de tropas, “acciones contra sitios en la tierra de Venezuela sí me parecen bien posibles”.
Abrams también habló sobre la situación política venezolana y la legitimidad de las autoridades opositoras: “La situación hoy es diferente de la que Trump tenía en 2019 o 2020. Ahora hay un presidente elegido por el pueblo de Venezuela. Todo el mundo democrático dice que Juan Guaidó ganó las elecciones y ganó con quizás el 70 % del voto. Entonces hay un presidente electo que debería ser presidente”.
Sobre la posibilidad de ataques específicos, Abrams reconoció que podrían producirse “acciones contra sitios vinculados con el narcotráfico o una base militar”. Sin embargo, aclaró que no sabía si podrían dirigirse a altos mandos: “Veremos ataques contra miembros del régimen, por ejemplo, Maduro o Cabello, no sé”.
Agregó una analogía: “En el caso de Panamá en 1991, para los Estados Unidos, Manuel Noriega no era el presidente ni jefe de Estado, solo un criminal. Y eso es el caso con Nicolás Maduro”. Según Abrams, este estatus jurídico es clave en la política estadounidense hacia Caracas.
¿Cuánto durará la presión militar de Estados Unidos en el Caribe?
Sobre la duración de los operativos militares en el Caribe, Abrams sostuvo que no se trata de una estrategia prolongada. “Eso no puede seguir los tres años más que tiene Trump. Es demasiado grande para mí”, explicó. En su opinión, “estamos hablando de unos meses, no sé si dos, cuatro. Quizás en un mes, dos, tres, cuatro, veremos cambios en el gobierno de Venezuela”.
En caso de que esos cambios no ocurran, consideró que la Casa Blanca podría redefinir su discurso: “Trump probablemente dirá que nunca dijo que quería cambiar el gobierno de Venezuela. Quería bajar el nivel de narcotráfico, y si se logra, eso bastará como resultado”.
Respecto a la posición del gobierno colombiano frente a los bombardeos y a la posibilidad de víctimas civiles, Abrams respondió: “Hay una posibilidad de que sean personas inocentes, pero no muy alta. No son pescadores, no son turistas”. Sin embargo, criticó la falta de evidencia pública: “El gobierno de Trump está haciendo un error porque no da al público la evidencia de quiénes son la gente en esos barcos”.
En cuanto a la reacción de los aliados internacionales de Venezuela, el diplomático minimizó la posibilidad de que Rusia, China o Irán tomen medidas militares: “Me recuerdo muy bien de lo que pasó en el caso de Irán. Después de los bombardeos por los Estados Unidos, lo que ha pasado es nada, unos discursos. Y creo que en este caso también de Venezuela los rusos, los chinos, los cubanos, los iraníes no van a hacer nada. Discursos sí, quizás en las Naciones Unidas, pero lo que van a hacer, nada”.
Elliott Abrams concluyó reiterando que el despliegue militar en el Caribe tiene un propósito limitado y temporal. “Son acciones contra el narcotráfico y también para presionar el régimen en Venezuela”, puntualizó. De acuerdo con su análisis, el objetivo de la administración estadounidense es enviar “un mensaje de fuerza y de presión política” sin recurrir a una invasión directa.