La protesta autodenominada Generación Z convocada este sábado en la Ciudad de México reunió a miles de personas de diversas edades y culminó en disturbios en el Zócalo, frente al Palacio Nacional, sede del Poder Ejecutivo.
El contingente partió del Ángel de la Independencia como una marcha pacífica y terminó en la plaza principal del país, donde el denominado "bloque negro" atacó con martillos y piedras las vallas que protegían el Palacio hasta derribarlas.
El derribo de las barreras derivó en un choque entre ese grupo y la policía capitalina, que respondió con gases lacrimógenos y con agentes provenientes de extintores.
Según reportes de medios, paramédicos atendieron en el lugar a 20 personas con heridas por golpes.
La movilización nacional de la Generación Z en México no se caracterizó tanto por la edad de sus participantes como por el llamado a "no olvidar" a las víctimas de la violencia, un problema que persiste pese al cambio de gobierno de 2018, cuando asumió el poder el expresidente Andrés Manuel López Obrador y que posteriormente continuó con la gestión de Sheinbaum.

La convocatoria sirvió de punto de encuentro para estudiantes, campesinos, militantes de partidos opositores y ciudadanos originarios de Michoacán, como Christian, quien dijo a EFE que la violencia en su región está desbordada y que el asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo (1985-2025), el pasado 1 de noviembre, lo confirma.
"Es el cinismo por parte de los políticos, si realmente hubiera una aceptación por parte de ellos de que hay un problema de violencia creo que esto sería más fácil de tratar", declaró, y se definió como apartidista, afirmando que "nadie le dio ni un peso" por asistir a la marcha.
Esta aclaración se produjo después de que Sheinbaum relacionara al autodenominado grupo 'Generación Z México' con la oposición al Movimiento Regeneración Nacional (Morena), el partido gobernante del que emergió la mandataria mexicana.