El 7 de noviembre, Netflix estrenó la adaptación de Frankenstein de Mary Shelley, dirigida por Guillermo del Toro. Esta versión se centra en los sentimientos y dilemas de los personajes, dejando de lado lo ya conocido del terror clásico.
La historia original, publicada en 1818, cuenta cómo Víctor Frankenstein, un joven científico, intenta desafiar la muerte tras perder a su madre, creando una criatura a partir de restos humanos. La versión de Del Toro profundiza en la soledad, el rechazo y el dolor que ambos, creador y criatura, experimentan, mostrando cómo estas emociones moldean sus decisiones y relaciones.
Los actores y sus personajes
En el reparto destacan Oscar Isaac como Víctor Frankenstein y Jacob Elordi en el rol de 'la criatura'. La llegada de Elordi se dio pocas semanas antes de rodaje, tras la salida de Andrew Garfield, y su participación fue decisiva para dar vida a un ser complejo, humano y frágil.
Del Toro enfatiza que la historia no es de terror: es un relato sobre orgullo, remordimiento, rechazo y la búsqueda de perdón, explorando también la relación entre padres e hijos y la necesidad de resignarse ante errores propios.
La transformación de Jacob Elordi
Cada jornada de rodaje, Elordi pasaba más de 10 horas en maquillaje, con 42 prótesis aplicadas en su cuerpo y rostro. La transformación buscaba que la criatura se viera real y vulnerable, un “muñeco fracturado” que transmite emociones más que miedo.
Mike Hill, jefe de efectos protésicos, destacó la paciencia y entrega de Elordi: “Nunca he conocido a un mejor sujeto. Su compromiso permitió que la criatura tuviera alma y profundidad”, comentó. El proceso también incluía la retirada de maquillaje, de 90 minutos, y cuidados especiales en la sauna del camerino.

Vestuario y detalles humanos
El vestuario, diseñado por Kate Hawley, se inspiró en la anatomía humana y en el arte del siglo XIX, buscando reflejar la naturaleza fragmentada de la criatura. Cada pieza, desde vendas hasta abrigos de cuero, fue pensada para expresar la historia de un ser construido con la memoria de otros.
El abrigo principal, inspirado en un esqueleto de la guerra de Crimea, se convirtió en una “segunda piel” que acompañaba los movimientos de la criatura y permitía escenas con agua, fuego y animales. El cabello y la textura de la piel reforzaban la sensación de humanidad, evitando la caricatura del monstruo clásico.
Colaboración y ambiente en el set
El proyecto se desarrolló con un enfoque colaborativo: maquillaje, vestuario y dirección trabajaron juntos para mantener la coherencia emocional del personaje. La compañía de su perro Layla ayudó a Elordi a sobrellevar las largas jornadas, creando un ambiente más cercano y cálido en el set.
Desde la primera escena en el Ártico, la criatura proyecta soledad y misterio. Cada costura, capa y detalle visual refuerza que es un ser creado, marcado por la vida y la muerte de otros, pero con emociones propias.
La versión de Frankenstein de Guillermo del Toro es un relato sobre la humanidad de sus personajes, que invita a reflexionar sobre el dolor, la soledad y la necesidad de conexión, más allá del mito del monstruo y el terror.

Jacob Elordi: de estrella juvenil a criatura de Frankenstein
El actor australiano Jacob Nathaniel Elordi, nacido el 26 de junio de 1997 en Brisbane, Australia, se ha consolidado como una de las figuras jóvenes más versátiles de Hollywood. Su salto a la fama llegó con Noah Flynn en The Kissing Booth y luego con Nate Jacobs en Euphoria, donde mostró su capacidad para interpretar personajes complejos y emocionalmente conflictivos.
En su transición a roles más serios, Elordi interpretó a Elvis Presley en Priscilla y a Felix Catton en Saltburn. Ahora encarna a la criatura de Frankenstein en la película de Guillermo del Toro para Netflix, enfrentando más de 10 horas de maquillaje diario y 42 prótesis para transmitir la vulnerabilidad y humanidad de su personaje, consolidando su prestigio y rango actoral.