En el marco de la temporada navideña, se indagó sobre algunas de las costumbres personales y rutinas que mantienen varios candidatos presidenciales durante estas fechas. Entre los nombres que han cobrado mayor visibilidad por el contexto de las consultas internas, se encuentra la senadora Paloma Valencia, quien compartió detalles poco habituales de su vida cotidiana en Navidad.
La congresista confesó que una de sus particularidades es la sensibilidad extrema al frío. Según explicó, durante la época decembrina duerme con un secador de cabello al alcance para calentar previamente las sábanas antes de acostarse, e incluso lo utiliza directamente al momento de ir a la cama. Indicó que esta práctica se extiende también a los viajes a climas fríos, donde siempre lleva consigo el electrodoméstico para evitar el contacto con cobijas heladas.
Otro aspecto que mencionó como curioso es su preferencia por los buzos de cuello tortuga negros, prenda de la que aseguró tener una repisa completa en su clóset. En cuanto a las celebraciones navideñas, señaló que este año será distinto a los anteriores, ya que tradicionalmente dedica gran parte del día a cocinar platos como pavo, galletas, buñuelos y hojaldres de papaya. No obstante, reconoció que, debido al cansancio acumulado, por primera vez optó por pedir comida a domicilio para la noche del 24 de diciembre.
¿Cómo viven la Navidad otros aspirantes y qué reflexiones deja la fecha?
El exministro Mauricio Cárdenas también compartió cómo afronta la Navidad, una fecha que describió como especialmente significativa por la ausencia de su padre, Jorge Cárdenas Gutiérrez, figura influyente en el país. Señaló que, aunque se trata de una celebración familiar, este año estará marcada por el recuerdo y la memoria de los valores inculcados por su padre.
En el plano personal, Cárdenas manifestó su gusto por el reguetón, afición que atribuyó a la influencia de sus hijas. Mencionó a Ryan Castro y Karol G entre los artistas que escucha con frecuencia, así como algunas canciones y tradiciones de fin de año, como salir a dar la vuelta a la manzana con una maleta como augurio de viajes. Indicó que, debido a la campaña, considera innecesario este ritual, dado que su agenda implica recorridos constantes por el país.
La fecha, afirmó, combina momentos de unión familiar con una carga inevitable de nostalgia, especialmente cuando se han vivido pérdidas significativas. En ese sentido, resaltó que la Navidad suele evocar recuerdos asociados a personas, objetos, canciones y aromas del pasado.
Por su parte, David Luna compartió algunos hábitos personales, como su afición por las series, los libros de contenido político y ciertas tradiciones de Año Nuevo, entre ellas salir con maleta y usar prendas amarillas. Indicó que mantiene su gusto por las corbatas y que espera ampliar su colección durante esta Navidad, que celebrará en familia.
En contraste con el tono personal que marcó los testimonios de los aspirantes presidenciales durante la temporada navideña, otros asuntos de carácter sindical han generado inquietud en pleno cierre de año. Diversos sectores calificaron como ilegal la convocatoria a una asamblea de la Unión Sindical Obrera (USO) realizada en plena temporada decembrina y en horario nocturno.
La citación a dicha asamblea, programada para el pasado lunes 22 de diciembre entre las 7:00 y las 10:00 de la noche, según la comunicación difundida internamente entre los participantes, despertó suspicacias y profundizó divisiones existentes al interior de uno de los sindicatos más grandes del país, que ya venía registrando fracturas desde meses atrás. De acuerdo con versiones conocidas, el encuentro tenía como propósito la aprobación de un pliego que involucra a trabajadores sustituidos que en su momento prestaron servicios a Ecopetrol y que posteriormente fueron reasignados a su filial Cenit.
A este contexto se suma un elemento que ha resultado especialmente llamativo: la coincidencia de la convocatoria con una época del año tradicionalmente dedicada a las celebraciones familiares, así como su realización en horas de la noche, un horario poco habitual para asambleas de esta naturaleza. Estas circunstancias han abierto interrogantes sobre la urgencia del encuentro y las motivaciones que llevaron a su programación en esas condiciones.
De manera histórica, los procesos de discusión y aprobación de pliegos sindicales han requerido amplios espacios de deliberación, participación activa de los afiliados y condiciones que garanticen la transparencia. La realización de este tipo de instancias en fechas sensibles como el fin de año y en horarios nocturnos prolongados podría limitar la participación efectiva de los miembros del sindicato y generar dudas legítimas sobre la legitimidad del proceso.