"It’s Time for Education": el programa que transforma a Santander en un territorio bilingüe
Contenido Patrocinado | En un segundo idioma está preparando la Gobernación de Santander a jóvenes, los cuales en algunos casos han viajado al exterior.

Entre aplausos, maletas y lágrimas de orgullo, el pasado mes de agosto de 2025, el gobernador de Santander, MG (r) Juvenal Díaz Mateus, y la Primera Dama Victoria Casallas despidieron a 90 estudiantes y 10 docentes que partieron rumbo a Canadá.
La escena, más allá del protocolo oficial, fue una postal del cambio silencioso, pero profundo, que está viviendo el departamento. Se trataba de una nueva etapa del programa “It’s Time for Education”, una apuesta decidida del gobierno departamental para formar una generación bilingüe, conectada con el mundo y lista para liderar el futuro.
Lo que comenzó como una idea ambiciosa del gobernador, una propuesta de campaña y de su experiencia en el Ejército, hoy es una realidad en expansión: 133 beneficiarios, provenientes de 50 municipios, que en su primera fase se presentaron más de 300 estudiantes y en la segunda más de 700, de 70 instituciones educativas, —muchas de ellas rurales y no certificadas en educación—, ya han vivido una experiencia de inmersión lingüística y cultural en Canadá y Reino Unido.

Un programa con visión global
La estrategia, liderada por la Secretaría de Educación de Santander y en Acción Unificada con la Universidad Pontificia Bolivariana (UPB) y la Fundación Asociación Acción Social para Apoyar a Santander, ASPAS, no solo brinda formación en inglés. También busca transformar vidas a través de experiencias integrales: nuevas culturas, nuevos entornos académicos y, sobre todo, nuevas metas.
“La idea es que los estudiantes no solo aprendan el idioma, sino que vean el mundo con otros ojos y regresen con herramientas para multiplicar ese conocimiento en sus comunidades”, explicó Nicolás Ordóñez Ruiz, secretario de Educación departamental.
Y lo están logrando. Casos como el de Nicolás Fajardo, un joven de Berlín, Santander, que al volver se convirtió en formador de sus compañeros, lo demuestran. Gracias a su liderazgo, cuatro de sus amigos clasificaron a las fases finales del programa, y dos de ellos también viajaron al exterior, además de ganar una beca como joven embajador en los Estados Unidos.

Vidas transformadas
Los 90 estudiantes y los diez docentes, los últimos en viajar, lo hicieron a la Fredericton Christian Academy (FCA), en Canadá. Allí, asisten a clases regulares durante tres meses, mientras sus calificaciones son homologadas en Colombia.
En el 2024, otros 30 jóvenes vivieron una experiencia de inmersión en el Reino Unido. Diez de ellos asistieron al Saint Catherine’s College, mientras que los otros 20 realizaron un curso intensivo de inglés en Eastbourne, acompañado de actividades culturales en Londres, como visitas al Castillo de Windsor, el Big Ben y el Palacio de Buckingham.
Las actividades no se limitaron al aula: avistamiento de ballenas, excursiones, integración comunitaria y una variedad de experiencias que amplían no solo el idioma, sino la perspectiva de vida.
“Era la primera vez que muchos salieron de sus municipios. Incluso de Bucaramanga. Este viaje cambió su historia personal, pero también la de sus comunidades”, destaca la primera dama del departamento, Victoria Casallas, quien desde la Fundación ASPAS ha liderado la gestión de recursos con empresarios y organizaciones para entregar kits de viaje, apoyos económicos y vestuario a los beneficiarios.
Una inversión que abre puertas
La inversión para este programa supera los 8.200 millones de pesos y forma parte del plan de desarrollo “Es Tiempo de Santander” 2024–2027, así como del Pacto por la Educación Santander 2030. Solo la inmersión en el Reino Unido representó más de 2.100 millones de pesos, cubriendo alimentación, vuelos, estadía, seguros médicos y formación intensiva.
Para el gobernador MG (R) Juvenal Díaz, esta inversión es más que justificada: “El bilingüismo abre puertas. No solo a nivel laboral o académico, sino a nivel cultural y emocional. Estos jóvenes hoy están preparados para competir en un mundo globalizado”.
Y el compromiso crece. Para 2026, la meta es duplicar el número de beneficiarios, con el apoyo del sector privado, gremios y alcaldías locales.
