El presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Óscar Urbina, hizo un llamado al Gobierno para que tome acciones que ayuden a la pronta liberación de la monja Gloria Cecilia Narváez, secuestrada en Malí (África).
La Iglesia manifestó una vez más su rechazo por este secuestro, a la vez que señaló: "pedimos al Gobierno Nacional la mediación necesaria para que ésta compatriota sea liberada prontamente y reintegrada sana y salva a su comunidad".
"Reiteramos que el secuestro es una práctica ilegítima para alcanzar cualquier propósito; va en contra de la dignidad de la persona del derecho fundamental de la libertad de los derechos humanos y del bienestar social. Ninguna persona a causa de su condición, sexo o religión, debe ser sometida a este tipo de vejamen con fines políticos o sociales. El secuestro nunca será el camino para promover la verdad la justicia y la paz", dice un comunicado firmado por Monseñor Óscar Urbina.
Los obispos católicos señalaron además que recibieron con alegría y esperanza la muestra de supervivencia de la hermana Gloria Cecilia Narváez por lo que hacen votos, "para que los esfuerzos que realiza la cancillería pueden tener fruto eficaz a favor de la hermana Gloria y su reincorporación a la sociedad".