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No hay mayor incertidumbre para cualquier poblador de una zona apartada de Colombia que ser víctima de una extorsión. El hecho de que cualquier sujeto de un grupo ilegal armado pueda llegar a atacar resulta ser de gran incertidumbre.
Por eso, a muchos les causó indignación como las llamadas disidencias de las Farc se han convertido prácticamente en un central tributaria en varios departamentos del país.
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Con recibos de las extorsiones -que hacen pasar a modo de ‘impuestos’-, las disidencias están entregando unos paz y salvo a quienes han afectado con sus extorsiones.
Con sello de caja y papel membretado, las disidencias están entregando esos recibos a quienes han podido sacarles dinero a través de las amenazas e intimidaciones.
La atroz práctica cometida por las disidencias se ha detectado en los departamentos de Huila y Cauca, a donde está documentada una alta presencia de esos grupos armados ilegales.
Recientemente, la Policía Nacional en La Plata (Huila) logró detener a tres presuntos integrantes de la columna móvil Dagoberto Ramos.
En el grupo de capturados alias ‘Cristian’ quien, según las investigaciones, cobraba entre $50 y $100 millones anuales a diferentes compañías del departamento para que pudieran mantener el transporte de carga sin ser blanco de ataques en sus vehículos y los conductores.
Adicionalmente, ‘Cristián’ es señalado de encuentros con líderes sociales y presidentes de juntas de acción comunal de La Plata para advertirles de las extorsiones de que eran objeto.
Y es que de acuerdo al Gaula, la extorsión que cometía ‘Cristián’ la promovía prácticamente como un supuesto “impuesto de guerra”.
