A raíz de un operativo realizado en el municipio de Yarumal, norte de Antioquia, que permitió el rescate de 17 menores de edad con nacionalidades estadounidense, guatemalteca y canadiense, pertenecientes a la comunidad Lev Tahor, expertos en Antioquia cuestionaron el accionar de Migración Colombia luego de permitir el ingreso de la secta al país.
De acuerdo con Mijael Lacher, docente del programa de Ciencia Política de la Universidad de Medellín, la secta Lev Tahor no debió ingresar al país porque históricamente ha representado un riesgo para la sociedad; sumado a esto, cinco de sus integrantes tenían alerta amarilla de Interpol y, aun así, lograron permanecer un mes en territorio colombiano.
Según el experto, las prácticas de esta comunidad han derivado en denuncias por abuso sexual infantil, pues consideran que niñas desde los 12 años y niños desde los 13 son adultos y pueden casarse. Esta interpretación ha llevado a matrimonios forzados y explotación de menores.
Sobre su llegada a Antioquia, el experto indicó que esto sucedió porque los miembros de la secta buscan países con leyes más laxas para operar.
“Entraron en grupos familiares, papá, mamá e hijos, y aparentan ser familias que entran a cualquier motivo, turismo, placer o negocios; pero, sin embargo, son una secta en donde son cinco líderes aproximadamente y el resto son víctimas; pueden ser adultos, pero también son víctimas con este lavado de cerebro y de este sometimiento que tienen a este liderazgo tóxico y nocivo”, aseguró.
Lacher insistió en la necesidad de reforzar los controles migratorios porque estos tenían alerta amarilla de Interpol y esto no podía pasar.
“Estuvieron un mes en territorio colombiano y pudieron haber cometido otros delitos en este mes, probablemente es el abuso infantil”, concluyó.