Las organizaciones deben tener un procedimiento interno para atender las quejas de acoso y protocolos para evitar la violencia basada en género y la discriminación mientras se resuelven los casos.
No obstante, hay mucha confusión por parte de algunos empleadores a la hora de responder, bien sea porque se confunden o porque no tienen claras sus obligaciones frente a un paisaje normativo complejo en el que no se delimitan las medidas preventivas, correctivas, sancionatorias e indemnizatorias.
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"Si las propias autoridades no lo tienen claro, no me imagino cómo será para una mipyme (micro, pequeñas y medianas empresas), que debe cumplir con esas obligaciones que imponen unos deberes muy importantes pese a que no reciben la asesoría adecuada por parte de las ARL", explica a La FM de RCN Radio María del Pilar Carmona Suárez, candidata a doctora en derecho de la Universidad de los Andes.
Por tal razón, Carmona Suárez, en su investigación doctoral, se ha propuesto entender cuáles son las dinámicas internas de las organizaciones a la hora de resolver los retos que plantean los conflictos normales que se presentan en cualquier parte del mundo.
"Los conflictos son normales. Lo que no es normal es no resolverlos a tiempo para que no escalen, barrerlos debajo de la alfombra y permitir que se generen dinámicas de violencia y discriminación mucho más complejas", precisa la experta.
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Así las cosas, Carmona Suárez busca producir datos para comprender las dinámicas de silenciamiento y normalización del acoso. Para tal fin, la abogada adelanta una encuesta para que personas que hayan tratado de acceder a los protocolos internos de sus organizaciones cuenten su experiencia.
Más información al respecto, en este enlace: https://acosolab.com/form/.