En entrevista con el Noticiero de La FM del Fin de Semana, el periodista y escritor Mario Villalobos presentó su libro “Armero, 40 años, 40 historias”, una investigación que reconstruye los hechos ocurridos antes, durante y después de la tragedia de 1985. El autor explicó que la obra se basa en dos años de trabajo, con 77 viajes de campo, 130 entrevistas y el análisis de más de 15 gigas de documentos históricos.
¿Qué revelan los documentos analizados sobre la tragedia de Armero?
Villalobos relató que entre los archivos recuperados hay cables diplomáticos y cartas mecanografiadas que evidencian las alertas internacionales sobre la actividad del volcán Nevado del Ruiz meses antes de la erupción. “En marzo y mayo de 1985 vinieron al país los cuatro o cinco vulcanólogos más reputados del mundo, y concluyeron que el volcán estaba a un hervor”, afirmó.
Según el autor, los expertos advirtieron la falta de un sistema de monitoreo confiable y de protocolos de evacuación. Naciones Unidas ofreció ayuda técnica y humana, pero, de acuerdo con Villalobos, “esa carta se engavetó un mes y luego se demoraron 79 días haciendo consultas innecesarias”. Finalmente, Colombia respondió que sí aceptaba la ayuda, “pero que la pagara Naciones Unidas”.
Villalobos sostuvo que esta demora fue clave en el desenlace de los hechos, pues “el volcán estaba rugiendo día y noche, había cenizas y olor a azufre constante”. En su libro, el periodista incluyó copias de esos reportes, disponibles mediante códigos QR para su verificación.
¿Qué pasó con los niños desaparecidos tras la tragedia?
El escritor también abordó el tema de los niños perdidos de Armero, calificándolo como “la segunda tragedia”. Explicó que la emergencia desbordó la capacidad operativa del Estado y provocó la separación de familias durante las labores de rescate. “De buena fe, los socorristas separaban a los padres heridos de sus hijos, pero muchos de esos niños desaparecieron”, indicó.
Villalobos afirmó que algunos menores fueron acogidos por familias dentro del país, mientras otros salieron al exterior sin registro oficial. “Hay armeritas que hoy viven en Suiza, los países nórdicos o Estados Unidos, y no saben cómo llegaron allí”, señaló. Según el autor, la Fundación Armando Armero ha identificado 584 casos de familias que aún buscan a sus hijos, aunque solo se han concretado cuatro reencuentros mediante pruebas de ADN.
El periodista agregó que, en medio del caos, surgió el mito del “libro rojo” de los niños perdidos, un registro fotográfico elaborado por una funcionaria regional del ICBF. “Ese libro fue malinterpretado como un catálogo de adopciones ilegales, pero hoy el ICBF lo exhibe para aclarar que no existió tal práctica”, explicó.
Finalmente, Villalobos recordó que, pese a la creación del Sistema Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres, aún hay deficiencias. “De nada sirve la ley si no se implementa. Los comités municipales siguen sin recursos y muchos creen que esto no volverá a pasar”, advirtió.
El autor concluyó que su investigación busca mantener viva la memoria de las víctimas y ofrecer herramientas para comprender los errores institucionales que agravaron la tragedia.