La Alcaldía de Bogotá anunció que activó formalmente un Puesto de Mando Unificado (PMU) con vistas a asegurar vigilancia, control y coordinación entre autoridades para la temporada de Navidad y fin de año 2025.
El anuncio oficial destaca un refuerzo significativo en seguridad ciudadana, control de espacios públicos y vigilancia especial para prevenir delitos, accidentes y desórdenes habituales en estas fechas.
Objetivos del PMU: prevención y control
El propósito central del PMU es garantizar que las celebraciones navideñas y de fin de año en Bogotá transcurran con normalidad, haciendo énfasis en la seguridad de los ciudadanos.
El plan contempla un monitoreo constante, así como presencia policial reforzada, vigilancia en espacios públicos, incluyendo zonas de comercio, transporte y alta concurrencia, y control sobre conductas de riesgo como el uso de pólvora, consumo excesivo de alcohol, alteraciones de orden público, accidentes de tránsito y posibles hurtos o violencia callejera.
La intención es, según el gobierno local, mantener el orden, prevenir tragedias y garantizar que las celebraciones no pongan en riesgo la integridad de las personas, ni generen caos en la ciudad.
Refuerzos operativos: más ojos en la ciudad
Entre las medidas anunciadas se incluyen despliegue ampliado de autoridad, con policías adicionales y equipos de emergencia, en puntos estratégicos, patrullajes constantes, puestos de control en zonas comerciales y de ocio, así como coordinación con entidades responsables del tránsito, bomberos y salud pública, para responder de forma ágil a incidentes.
Asimismo, se planea especial vigilancia en barrios con alta densidad poblacional y en sectores vulnerables, con el objetivo de prevenir delitos comunes como robos, hurtos o riñas, y mitigar riesgos asociados al uso de pólvora.
La temporada navideña y de fin de año representa para Bogotá una etapa de alta movilización: tránsito fluido, alto flujo en transporte público, mayor concurrencia en centros comerciales, actividades familiares y celebraciones que incrementan el tráfico vehicular y peatonal. Esto suele traer como consecuencia un alza en accidentes de tránsito, consumo de alcohol y episodios de violencia.
Activar el PMU busca anticiparse a esos escenarios, reforzando la presencia institucional y movilizando recursos preventivos. Para muchos ciudadanos, esta medida representa una esperanza de tranquilidad, sobre todo en barrios con histórica vulnerabilidad o altos índices de inseguridad.
Aunque la activación del PMU representa un paso importante, su efectividad dependerá de varios factores. Entre ellos, destaca la coordinación interinstitucional entre policía, tránsito, bomberos y entidades de salud, que debe ser efectiva y constante. También es fundamental que el despliegue y la supervisión se mantengan durante toda la temporada, y no solo en fechas puntuales.
Del mismo modo, las medidas de prevención, como el control del uso de pólvora o la regulación de espacios públicos, deben cumplirse rigurosamente, con sanciones claras para quienes infrinjan las normas. Finalmente, la colaboración ciudadana es clave: que los ciudadanos respeten las reglas, eviten conductas de riesgo y denuncien actividades sospechosas será determinante para el éxito del plan.