El 4 de diciembre de 1986 pasó a la historia de Bogotá y del país, cuando Campo Elías Delgado, veterano de la guerra de Vietnam y profesor de inglés, desenfundó un revólver calibre 32 largo y mató a varios comensales de Pozzetto, un icónico restaurante que estaba ubicado en la carrera 7.ª número 61-24.
Casi 40 años después de la tragedia, Netflix trajo a la pantalla Estado de Fuga 1986, una obra escrita por Ana María Parra, y que contó con la producción ejecutiva del escritor Mario Mendoza, autor del afamado libro Satanás, también basada en la masacre de Pozzetto.
"Nosotros nos distanciamos mucho [de otras obras sobre la masacre] porque lo que hicimos fue tomar un hecho histórico (…) y, a partir de eso, ficcionamos todo eso hacia atrás", dijo Parra, en declaraciones entregadas a EFE.
¿Cómo era el restaurante Pozzeto?
Pozzeto se levantó a inicios de los años 70 y fue diseñado por el arquitecto italiano Zacarías Galo, por encargo de su compatriota Gino Surace, fundador del restaurante. Su diseño fue pensado exclusivamente para acoger un restaurante.
De acuerdo con una crónica del diario El Tiempo, su fachada era de grandes ventanales con marcos de madera. En la entrada se podía leer el nombre del establecimiento y tres faroles daban espacio para un acceso en puerta de arco. Al ingresar, los visitantes encontraban un pozo de piedra. A la izquierda había una sala de espera y estaba la cocina. Al frente había unas escalinatas de mármol que conducían al área administrativa.
El diario mencionado añade que a la derecha se encuentra la recepción y, enseguida, más de veinte mesas; también el bar y los baños. Gobelinos, cuadros de paisajes italianos, lámparas, paredes blancas y otras revestidas con papel de colgadura conforman la estética del lugar.

Los dueños de Pozzeto y lo que pasó con el lugar
Surace era un inmigrante italiano que llegó a Colombia tras la Segunda Guerra Mundial. Quería traer lo mejor de la cocina italiana a Bogotá y, en 1973, fundó Pozzeto, un restaurante que se caracterizaba por servir pastas frescas y artesanales.
Cuando Surace murió, el restaurante fue heredado por sus hijos, entre ellos Alessandro Surace, chef del lugar. El predio fue vendido en 2018 para una futura construcción inmobiliaria.
El 7 de julio de 2019 fue el último día que el restaurante abrió sus puertas, pues trasladó su sede a la Calle 69A n.° 6-19. Tras menos de seis meses de funcionamiento, después de la muerte de su fundador e hijo y ante las restricciones por la pandemia de covid-19, el restaurante cerró definitivamente el 2 de febrero de 2020.
"Estamos muy agradecidos con todos nuestros clientes. Intentamos que nuestra marca quede bajo otra administración, pero por ahora les decimos adiós y gracias por darnos tantos años de alegría”, dijo la administración del restaurante.

Así fue la masacre
Antes de la masacre, Campo Elías ya le había quitado la vida a una joven de 15 años, a quien le dictaba clases particulares, y a su mamá. Posteriormente, se dirigió a donde vivía con su propia madre y también la mató; al cadáver lo envolvió en papel periódico, le roció con gasolina y le prendió fuego. Al salir del apartamento, alertó a los vecinos sobre un incendio, y las seis personas que abrieron sus puertas recibieron disparos mortales.
Luego se dirigió al restaurante, pidió un plato de espaguetis y tres vasos de vodka. Al terminar su comida y su tercer trago, sacó su revólver y mató a los comensales que pudo.
De acuerdo con los registros de la época, murieron en total 29 personas, incluyendo al propio Campo Elías, sin que haya claridad sobre si se suicidó o si fue abatido por la Policía. Los testigos que sobrevivieron afirman que llevaba una gabardina oscura, saco y corbata, además del maletín en donde guardaba su arma y bastante munición.