La Universidad de los Andes se pronunció tras la muerte de Jaime Esteban Moreno, estudiante de Ingeniería de Sistemas y Computación, quien falleció luego de ser víctima de una agresión en Bogotá.
Frente al proceso judicial, la institución afirmó que está dispuesta a colaborar con las autoridades y confía en que las instancias competentes permitan esclarecer los hechos con claridad.
En un comunicado, la institución expresó su solidaridad con la familia, compañeros y docentes del joven. Señaló que acompaña “con todo su afecto y solidaridad” a su comunidad en este momento de dolor.
La universidad indicó que activó sus protocolos de apoyo emocional y atención para estudiantes y profesores, y reiteró que su prioridad es el bienestar de su comunidad académica.
Finalmente, la Universidad de los Andes lamentó profundamente el fallecimiento del estudiante y aseguró que continuará brindando acompañamiento a quienes lo necesiten dentro de la comunidad universitaria.
El joven de 20 años ingresó gravemente herido al Hospital Chapinero tras ser agredido en la vía pública, y falleció pese a los esfuerzos médicos. La víctima sufrió un trauma craneoencefálico severo que motivó su traslado inmediato al Hospital Simón Bolívar, donde fue atendido en el servicio de neurocirugía y posteriormente en la Unidad de Cuidados Intensivos.
Durante su estancia en la UCI, el joven sufrió un paro cardiorespiratorio y falleció pese a las maniobras de reanimación.
El caso ha generado conmoción entre familiares y amigos. Daniel Felipe Alarcón, docente de la Universidad de los Andes, donde estudiaba el joven, escribió en sus redes:
“Haber sido profesor de una persona tan maravillosa como Jaime Esteban Moreno Jaramillo y haber contribuido en su formación siempre fue para mí motivo de inmenso orgullo. Exigimos a las autoridades que se haga justicia… urge identificar a los asesinos”.
“Es difícil de creer que alguien quisiera hacerle tanto daño”, agregó. Por su parte, Jorge Colmenares, hermano de Luis Andrés Colmenares —quien falleció hace 15 años durante una fiesta de Halloween— recordó el episodio: “¿Otra vez? Un estudiante de la Universidad de los Andes murió tras una fiesta de Halloween. Lo leí y no pude evitar sentir un nudo en el pecho”.
“Mi hermano también murió un 31 de octubre. Desde entonces, esa fecha dejó de ser solo disfraces y risas: se volvió un recordatorio de lo frágil que puede ser la vida”, señaló.