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'Pepe' Mujica, un exguerrillero que llegó a ser presidente cambiando para siempre la historia de Uruguay

Mujica murió a los 89 años tras batallar contra el cáncer

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Actualizado:
Martes, Mayo 13, 2025 - 16:01
El expresidente Pepe Mujica votando en elecciones generales 2024
El expresidente Pepe Mujica votando en elecciones generales 2024
AFP

La vida de José "Pepe" Mujica es inseparable de los años de violencia y agitación política que marcaron el Uruguay de la segunda mitad del siglo XX. Antes de convertirse en presidente, Mujica fue uno de los principales dirigentes del Movimiento de Liberación Nacional – Tupamaros (MLN-T), una organización guerrillera que desafió al Estado uruguayo entre los años sesenta y setenta. Su experiencia como insurgente, capturado en cuatro ocasiones y recluido durante más de una década en condiciones extremas, dejó una huella indeleble en su pensamiento político y en la forma en que más tarde ejercería el poder.

José Mujica nació en 1935 en Montevideo, en el seno de una familia de origen humilde. Su padre murió cuando él tenía solo seis años, y desde entonces su madre —Lucía Cordano, descendiente de inmigrantes italianos— sostuvo al hogar vendiendo flores. Desde muy joven, Mujica se involucró en la militancia política. En la década de 1950 formó parte de la Juventud del Partido Nacional (PN), pero pronto se alejó de la estructura partidaria tradicional para integrarse a los movimientos de izquierda, influido por el auge del castrismo, la Revolución Cubana y las luchas antiimperialistas en América Latina.

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A comienzos de los años 60, Mujica fue parte del grupo que fundó el Movimiento de Liberación Nacional – Tupamaros, una organización inspirada en las guerrillas urbanas que adoptó como referencia al guerrillero tupamaro Túpac Amaru II, caudillo indígena del siglo XVIII que se rebeló contra el dominio español. El MLN-T combinaba acciones de propaganda armada, asaltos bancarios —que ellos llamaban “expropiaciones”—, secuestros y sabotajes, con el objetivo declarado de generar una crisis institucional que derivara en una transformación revolucionaria del país.

Para Mujica, como lo ha dicho en entrevistas y en sus memorias, la decisión de tomar las armas fue el resultado de una lectura de época: "Lo nuestro era un grito de rebeldía. Éramos hijos de la Revolución Cubana, vivíamos un tiempo en el que parecía que los pueblos podían cambiar su historia con una lucha armada. Para mí fue una causa de libertad."

Durante su militancia guerrillera, Mujica participó en diversas operaciones, incluyendo el asalto al Club de Tiro Suizo, que dio al movimiento acceso a un gran arsenal, y otras acciones espectaculares como la fuga masiva del Penal de Punta Carretas en 1971, cuando 111 tupamaros escaparon por un túnel excavado desde el interior de la prisión.

Fue detenido por primera vez en 1970, pero logró fugarse poco después. En 1972, tras una emboscada policial en la que recibió seis balazos, fue capturado nuevamente. A partir de entonces, Mujica pasó casi trece años en prisión, la mayor parte de ellos como uno de los llamados “rehenes” de la dictadura militar que gobernó Uruguay entre 1973 y 1985. Junto a otros ocho dirigentes tupamaros, fue confinado en cuarteles, en condiciones infrahumanas, sometido a aislamiento, tortura y privación sensorial.

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"Éramos depositados como bultos, sin contacto con el mundo, sin libros, sin radio, sin hablar con nadie durante semanas. Nos mantenían vivos para que el MLN no se moviera, pero no sabíamos si íbamos a salir de ahí nunca más," relató años más tarde.

La experiencia del encierro marcó un punto de inflexión en su vida. Mujica salió de la prisión en 1985, tras el retorno de la democracia y una amnistía general para presos políticos. Reintegrado a la vida civil, el exguerrillero —que nunca renegó de su pasado, pero sí revisó críticamente los métodos y errores de la lucha armada— se transformó en dirigente político. Como él mismo expresó en una entrevista con el periodista Alfredo García: “Después de tantos años en la oscuridad, uno aprende que la libertad también es aprender a tolerar, a negociar, a ceder.”

Fuente:
Sistema Integrado de Información