Un ataque armado sacudió la playa de Bondi en Australia en la madrugada de este domingo, durante un evento judió, hecho que dejó un saldo parcial de 10 personas muertas, incluidos niños y un oficial de policía, además de 50 heridos.
Según fuentes policiales, los agresores habían planeado el ataque durante meses. Se trata de dos hombres armados que abrieron fuego desde un puente detrás del parque Bondi. Uno de ellos fue abatido por la policía, mientras que el otro fue detenido y recibe atención médica.
Imágenes de drones captaron la escena: uno de los hombres armados, vestido con una camisa negra, se ocultaba detrás de una valla mientras su compañero yacía inmóvil en el suelo. Los tiradores portaban cinturones de munición y al menos una de las armas era tipo escopeta. Videos publicados en redes sociales muestran además a un transeúnte valiente que se abalanzó sobre uno de los tiradores, logrando quitarle el arma mientras continuaba el intercambio de disparos.
Las autoridades continúan rastreando la zona en busca de explosivos, tras informes no confirmados de que se habría colocado una bomba debajo de un puente peatonal cercano. La policía instó a la población local a seguir sus indicaciones y evitar el área mientras se asegura la escena.
El primer ministro Anthony Albanese calificó las escenas como “impactantes y angustiosas” y expresó sus condolencias a las familias afectadas. “La policía y los servicios de emergencia están trabajando para salvar vidas”, afirmó en un comunicado.
La líder de la oposición, Sussan Ley, señaló que la comunidad australiana está de luto ante la violencia que golpea un lugar tan icónico como Bondi. “La pérdida de vidas en este ataque es significativa. Esta fue una celebración de paz y esperanza para el futuro, cortada por el odio”, dijo, refiriéndose al evento judío que se celebraba junto al mar.
Los servicios de emergencia confirmaron que más de 26 recursos médicos, incluidos helicópteros, paramédicos de cuidados intensivos y unidades de operaciones especiales, fueron desplegados en el lugar. Varias personas fueron trasladadas a hospitales cercanos, mientras los equipos continúan atendiendo a los heridos en el sitio.
La policía de Nueva Gales del Sur y la AFP trabajan conjuntamente para investigar el ataque, que hasta ahora se considera un acto dirigido contra la comunidad judía, aunque la investigación sobre los motivos de los tiradores continúa abierta.