En esta Nota:
Breadcrumb node

ONU insiste en una solución política tras bombardeos de EE.UU. en Siria

La presidencia siria calificó los bombardeos de "acto idiota e irresponsable".

Publicado:
Actualizado:
Viernes, Abril 7, 2017 - 08:54
000_NC4DP.jpg
AFP.

Solo una solución política pondrá fin a la guerra en Siria, insistió la ONU, después de que EE.UU. bombardeara una base del ejército sirio, lo que despertó la ira de Damasco y de sus aliados, Rusia e Irán.

La primera acción militar de Washington contra el régimen de Bashar Al Asad en seis años de guerra tuvo lugar tres días después de un presunto ataque químico contra una ciudad rebelde del noroeste del país, un hecho que conmocionó al mundo, y del que se ha acusado al régimen sirio.

A petición de Rusia, que denunció "una agresión contra un Estado soberano", el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas inició una reunión para debatir sobre bombardeo punitivo.

La presidencia siria calificó los bombardeos de "acto idiota e irresponsable".

El secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, instó a todas las partes a la moderación, en un comunicado publicado poco antes de la reunión del Consejo de Seguridad.

"No existe otra vía para poner fin al conflicto (sirio) que una solución política", declaró, pidiendo a "todas las partes a renovar su compromiso para hacer avanzar las discusiones de Ginebra", bloqueadas por el momento.

Más noticias sobre este tema haciendo clic aquí.

Los bombardeos fueron ordenados por el presidente estadounidense, Donald Trump, quien, sin embargo, siempre se había pronunciado en contra de intervenir en Siria.

Hacia las 03H40 locales del viernes (00H40 GMT), 59 misiles de crucero "Tomahawk" fueron disparados por dos navíos estadounidenses en el Mediterráneo hacia la base aérea siria de Al Shayrat (centro).

Horas después, el ejército sirio daba cuenta de "seis muertos, heridos e importantes daños materiales".

La agencia de prensa oficial Sana anunció la muerte de 9 civiles, incluyendo niños, en los pueblos de alrededor.

El Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) indicó que siete soldados habían fallecido y que el aeropuerto militar "fue casi totalmente destruido: los aviones, la pista, el depósito de fuel y el edificio de la defensa aérea han sido pulverizados".

Sin embargo, una fuente militar siria señaló a la AFP que el ejército tenía constancia de la acción estadounidense y había "tomado precauciones", desplazando aviones de la base aérea atacada.

- 'No es suficiente' -

En un solemne discurso en televisión desde su residencia en Florida, Donald Trump explicó que estos ataques estaban "asociados al programa" de armas químicas de Damasco y "directamente relacionados" con los "horribles" acontecimientos del martes.

Ese día, un bombardeo atribuido al ejército sirio contra la localidad de Jan Sheijun (noroeste) dejó al menos 86 muertos, incluidos 27 niños.

Los servicios secretos estadounidenses establecieron que los aviones que realizaron este ataque salieron de la base Al Shayrat, conocida como un lugar de almacenamiento de armas químicas antes de 2013, según el Pentágono.

La coalición de la oposición política siria -debilitada frente al régimen en los últimos meses- aplaudió la operación, pero dijo que "bombardear un solo aeropuerto no es suficiente", dijo Mohamed Allouche, miembro del opositor Alto Comité de negociaciones (ACN).

El presidente ruso, Vladimir Putin, consideró en cambio que la operación "causa un perjuicio considerable a las relaciones entre Estados Unidos y Rusia", declaró el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.

A su vez el ministro de Exteriores de Irán -otro aliado de Damasco-, Mohamed Javad Zarif, afirmó que Estados Unidos recurrió a "falsas acusaciones" para bombardear la base siria.

"La neutralización de esta base no va a alterar el equilibrio de las fuerzas en el conflicto. El régimen mantiene ventaja pero no tiene los medios humanos para avanzar en varios frentes a la vez", consideró Tim Eaton, del 'think tank' Chatham House en Londres.

- ¿Y después? -

Las fuerzas del régimen buscan recuperar los últimos bastiones de los rebeldes, especialmente en la provincia de Idlib, y de los diferentes grupos yihadistas como la organización Estado Islámico (EI).

La decisión de Trump fue bastante bien recibida por los otros países implicados en la crisis siria, como Turquía y los países europeos, así como por los demás aliados de Estados Unidos.

Hasta ahora, ninguna iniciativa diplomática ha conseguido establecer un duradero alto el fuego en un país donde ya han muerto más de 320.000 personas desde marzo de 2011 y millones han huido de sus casas.

En 2013, el predecesor de Trump, Barack Obama, renunció a atacar al régimen sirio después de un bombardeo con armas químicas cerca de Damasco, que causó más de 1.400 muertos.

Esta vez, Washington pasó a la acción tras establecer que el régimen sirio había utilizado "un agente neurotóxico que tiene las características del sarín", según un alto responsable de la Casa Blanca.