El gobierno británico respaldó este viernes la decisión del rey Carlos III de despojar a su hermano, Andrew Mountbatten-Windsor, de todos sus títulos y honores, incluido el de duque de York, marcando el punto final de su vida pública tras años de controversias por su relación con el fallecido financiero y depredador sexual Jeffrey Epstein.
El ministro de Comercio, Chris Bryant, declaró en el programa BBC Breakfast que el Gobierno “apoya firmemente la decisión del rey”, y añadió: “Creo que la gran mayoría de la gente en este país estará de acuerdo en que es lo correcto”. Bryant fue más allá al sugerir que Andrés, a quien describió como “un ciudadano común y corriente”, debería viajar a Estados Unidos y responder ante la justicia si se le solicita en el marco de las investigaciones por los crímenes de Epstein.
“Al igual que con cualquier ciudadano, si otra jurisdicción recibiera solicitudes de este tipo, esperaría que cualquier persona decente cumpliera con ellas. Por lo tanto, opino exactamente lo mismo en esta situación”, afirmó el ministro, antes de agregar: “Si un comité del Senado le pide a Andrew que haga algo, pensaría que querría cumplir”.
El Palacio de Buckingham confirmó que el nombre de Andrés fue eliminado de la lista oficial de la nobleza, una medida que simboliza su exclusión definitiva de la monarquía activa. El anuncio llegó horas después de que el rey hiciera pública su decisión, adoptada tras dos semanas de intensas negociaciones. Según fuentes del palacio, Carlos III hizo uso de sus prerrogativas reales para abolir el ducado de York, evitando así un proceso parlamentario prolongado.
El ex duque de York abandonará su residencia de Royal Lodge, una mansión de 30 habitaciones en Windsor, y se trasladará a una vivienda privada en la finca de Sandringham, en Norfolk. El monarca habría acordado una provisión económica privada para su hermano, mientras que Sarah Ferguson, exesposa de Andrés, tomará sus propias decisiones sobre su futuro. Sus hijas, las princesas Beatriz y Eugenia, conservarán sus títulos en virtud de las cartas patentes emitidas por el rey Jorge V en 1917.
Aunque Andrés sigue siendo octavo en la línea de sucesión al trono y consejero de Estado, ese cargo se considera “inactivo”, ya que no participa en funciones oficiales. El secretario de Justicia, David Lammy, responsable del registro de títulos, recibió la orden real para formalizar la eliminación de su nombre, aunque la fecha exacta de la acción aún no se ha precisado.
Fuentes cercanas a la Casa Real indicaron que la decisión se debió a “graves errores de juicio” de Andrés relacionados con su amistad con Epstein y su círculo íntimo. Entre las revelaciones más recientes figura que pidió a su equipo de seguridad investigar a su acusadora, Virginia Giuffre, y que mintió en su entrevista de 2019 con la BBC, al asegurar que había roto contacto con Epstein en 2010. Correos electrónicos filtrados demostrarían que mantuvieron comunicación al menos tres meses más tarde, y una fotografía publicada recientemente muestra a Epstein, Ghislaine Maxwell y Harvey Weinstein en Royal Lodge, durante el cumpleaños número 18 de la princesa Beatriz.
Mientras tanto, el Comité de Cuentas Públicas del Parlamento británico aumentó la presión sobre el Palacio al solicitar información sobre el contrato de arrendamiento de 75 años de Royal Lodge, propiedad que ahora quedará bajo revisión.
Desde Estados Unidos, la familia de Virginia Giuffre celebró la decisión real y emitió una declaración a la BBC: “Hoy, una chica estadounidense común y corriente logró derrocar a un príncipe británico con su verdad y su extraordinario valor. Nunca dejó de luchar por la justicia”.
 
    
         
    
 
    
 
    
 
    
								
							 
    
								
							 
    
								
							 
    
								
							 
    
								
							 
    
								
							 
    
								
							 
    
								
							 
    
								
							