El portaaviones USS Gerald R. Ford, el más grande y avanzado de la flota estadounidense, ya opera en el mar Caribe como parte de un despliegue ordenado por el secretario de Guerra, Pete Hegseth, para apoyar la directiva presidencial contra las organizaciones criminales transnacionales y el narcoterrorismo.
El Comando Sur (SOUTHCOM) confirmó por un comunicado que el grupo de ataque ingresó a la región para reforzar la seguridad marítima.
“Estamos listos para enfrentar las amenazas que buscan desestabilizar nuestro hemisferio. La presencia del Gerald R. Ford marca un paso decisivo”, afirmó el almirante Alvin Holsey, jefe de SOUTHCOM.
En el Caribe, el portaaviones se integra a la Fuerza de Tarea Conjunta Southern Spear, donde ya operan el Iwo Jima Amphibious Ready Group y unidades de la Infantería de Marina. La misión conjunta se centra en detectar, interrumpir y desmantelar redes criminales que utilizan el Caribe como corredor para tráfico ilícito.
El contralmirante Paul Lanzilotta, comandante del Carrier Strike Group 12, destacó que el Ford es “la plataforma más capaz y adaptable del mundo” y que su despliegue fortalecerá las operaciones para proteger la seguridad del hemisferio occidental.
Con más de 4.000 marineros, aviones tácticos y destructores como el USS Bainbridge, USS Mahan y USS Winston S. Churchill, el grupo ya opera activamente en la zona. Su presencia amplía la capacidad de vigilancia, interdicción y respuesta rápida en un punto estratégico para la seguridad regional.
Este movimiento se enmarca en la Operación Southern Spear, iniciativa del Departamento de Guerra para frenar el tráfico ilícito en el Caribe y evitar que estas actividades impacten a Estados Unidos y a sus aliados.
La llegada del Gerald R. Ford al Caribe consolida uno de los despliegues más importantes de Estados Unidos en la región en los últimos años y refuerza el mensaje de Washington: el narcotráfico y las redes criminales que operan en el área serán enfrentados con mayor fuerza y presencia militar.