Causas comunes de la enfermedad renal crónica en gatos y cómo prevenirla, según un experto veterinario
La enfermedad renal crónica en gatos puede pasar desapercibida, pero tiene señales que advierten su presencia.

La enfermedad renal crónica en gatos es una condición que, aunque común en felinos adultos, puede pasar desapercibida durante mucho tiempo. El médico veterinario David Quintana, especialista en medicina interna de pequeñas especies, explicó que esta patología se caracteriza por la pérdida progresiva de tejido renal durante un periodo mayor a tres meses, lo que conlleva un deterioro irreversible en el funcionamiento del riñón.
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“Cuando el tejido ya no se regenera y se ha perdido más del 50 o 60 % del riñón, estamos hablando de una condición crónica. A diferencia de una insuficiencia renal aguda, donde hay una lesión reciente y reversible, en la crónica el daño es permanente”, afirmó para La FM.
Causas comunes de la enfermedad renal crónica en gatos
Entre las causas más frecuentes de esta enfermedad, Quintana mencionó afecciones como las infecciones prolongadas, la presencia de cálculos renales, el linfoma renal, enfermedades del glomérulo y algunas patologías hereditarias. “También hemos identificado casos por nefritis tubulointersticial y amiloidosis, esta última especialmente en gatos”, detalló.
El veterinario recalcó que los gatos tienen una tendencia natural a ocultar sus síntomas, lo que retrasa la identificación de la enfermedad. “Por instinto, los gatos no muestran fácilmente signos de debilidad. Pero cuando ya hay un avance significativo, pueden presentar pérdida de apetito, vómito ocasional, disminución en el consumo de agua y cambios en la micción, como orinar fuera de la caja de arena”, explicó.

Cómo prevenir la enfermedad renal crónica en gatos
Quintana hizo énfasis en que la prevención es posible si los tutores de gatos establecen rutinas de revisión médica periódica. “En gatos mayores de 10 años, lo ideal es hacer un chequeo cada seis meses. Para razas predispuestas como el gato persa, recomiendo una primera ecografía entre los 3 y 4 años de edad”, señaló.
Además, sugiere realizar un perfil renal completo que incluya hemograma, creatinina, BUN, SDMA, ecografía, presión arterial y control de peso. “Es importante hacer todos los exámenes. No basta con uno o dos porque eso es como ver solo dos patas de una silla”, comentó.
La hidratación, clave para proteger el riñón felino
Según el experto, la hidratación constante es esencial para preservar la función renal en los gatos. “El riñón enfermo no retiene líquidos adecuadamente. Por eso, cambiar el agua varias veces al día o usar fuentes con movimiento ayuda a que el gato se mantenga hidratado”, indicó.
También recomendó evitar que el agua esté junto a la comida, ya que esto puede disuadir al gato de beber. “Algunos gatos rechazan el agua si está cerca de la comida o si no está fresca. Debemos adaptar el entorno para facilitar su consumo de agua”, dijo Quintana.
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¿Cuál es la alimentación adecuada para prevenir esta enfermedad?
El veterinario enfatizó que la alimentación debe ser guiada por un profesional. Aunque existen alimentos formulados para pacientes renales con bajo contenido de proteína, no todos los gatos los necesitan. “Si el gato no está perdiendo peso y tiene el fósforo controlado, no es obligatorio el alimento renal. Pero si sí, entonces debe ajustarse su dieta”, comentó.
Respecto a los gatos jóvenes, recomendó ofrecer croquetas de alta calidad desde edades tempranas y, en caso de complementar con proteína, hacerlo con carnes como pollo, evitando harinas o alimentos con almidón. “Los gatos son carnívoros obligatorios, y debemos respetar su biología para evitar no solo la enfermedad renal, sino también la obesidad, que puede ser un detonante”, concluyó.
Diagnóstico temprano: la mejor herramienta contra esta enfermedad
Finalmente, Quintana subrayó que si bien no existe un tratamiento curativo, una detección temprana permite mejorar la calidad de vida del gato. “La enfermedad seguirá avanzando, pero si se detecta en un estadio temprano, podemos ralentizar la progresión y brindar una vida digna al paciente”, afirmó.
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Con este llamado a la conciencia, el especialista instó a los cuidadores felinos a no esperar a que aparezcan síntomas visibles, sino a actuar con anticipación mediante controles médicos regulares y una buena hidratación.