Agua con gas: expertos explican sus beneficios, riesgos y si conviene o no incluirla en la rutina diaria
Una experta en nutrición aclara los mitos y beneficios del agua con gas.

El agua con gas se ha convertido en una alternativa para las personas que buscan tener mejores hábitos de vida. No obstante, la pregunta sobre si el agua con gas es beneficiosa o perjudicial para la salud sigue generando debate.
Algunos expertos en nutrición han analizado su impacto en la salud: hidratación, control de peso, salud mental y sistema digestivo.
Para aclarar los mitos sobre el agua con gas Liliana Rojas, docente de posgrados en hábitos de vida saludable y nutrición de la Fundación Universitaria Juan N. Corpas, explicó, en diálogo con La FM, las ventajas, riesgos y usos adecuados de esta bebida.
Lea además: China anuncia avances en úteros artificiales: ¿qué tan cerca está la ciencia?
¿Qué es el agua con gas?
El agua con gas es conocida como soda y de acuerdo con Rojas, la única diferencia entre el agua natural y la versión con gas es la adición de dióxido de carbono, que genera las burbujas características.
“Es básicamente el agua normal a la que se le adiciona un gas. Ese dióxido de carbono produce la sensación de efervescencia”, explicó.
Incluso, hay algunos expertos como Scott Keatley, copropietario de Keatley Medical Nutrition Therapy, que indican que este proceso de carbonatación no altera las propiedades del agua.
Cabe destacar que el agua con gas no es la misma agua tónica, ya que la segunda contiene quinina, dándole un sabor amargo.

Beneficios del agua con gas
La especialista aseguró que el agua con gas hidrata igual que el agua sin gas y puede tener beneficios específicos en ciertos casos:
Control de peso: las burbujas generan mayor sensación de saciedad, lo que puede ayudar a personas que tienen dificultad para sentirse llenas durante procesos de pérdida de peso.
Mejora digestiva: en algunos pacientes con dispepsia, estreñimiento o reflujo, el agua carbonatada puede favorecer la digestión.
Apoyo en la deglución: en casos de disfagia, las burbujas estimulan los músculos de la deglución, facilitando el paso de alimentos y líquidos.
De interés: Infecciones vaginales: cómo prevenirlas y qué cuidados seguir, según experta
¿Se puede tomar agua con gas a diario?
La nutricionista fue clara en señalar que no es recomendable consumir agua con gas todos los días debido a su pH más ácido, lo que puede generar alteraciones en los dientes.
“No es tan ácido como una gaseosa, pero puede afectar el esmalte dental si se consume con frecuencia”, advirtió.
Sobre otros órganos, Rojas explicó que en el pasado se creía que el agua con gas podía provocar cálculos renales, pero hoy la evidencia señala que lo más determinante es el nivel de hidratación. “El riesgo de cálculos está más relacionado con la deshidratación y con alteraciones metabólicas, no con el agua con gas en sí”, afirmó.
Más noticias: Menopausia: ¿cómo los cambios hormonales afectan la sexualidad de millones de mujeres?

Recomendaciones de consumo
La especialista sugiere un uso moderado:
- No más de una vez al día y máximo dos veces por semana.
- Utilizarla como alternativa para reducir el consumo de gaseosas y bebidas azucaradas.
- Evitarla en niños, ya que puede desplazar el agua natural, que resulta más beneficiosa.
“Todo en su justa medida puede ser una herramienta útil, pero si abusamos, puede tener efectos negativos”, recalcó.
Más sobre salud: Leche materna, el lazo silencioso que cuida la vida del recién nacido desde el primer instante
Mitos alrededor del agua con gas
Rojas también desmintió algunos de los mitos más extendidos:
- Hidrata menos que el agua natural: falso, ambas hidratan igual.
- Produce cálculos renales: falso, lo que aumenta el riesgo es la falta de hidratación.
- Genera osteoporosis: falso en el caso del agua con gas; lo que sí contribuye son las bebidas carbonatadas azucaradas como las gaseosas.
- Favorece la celulitis: no existe evidencia científica que lo demuestre. Según Rojas, este efecto está más relacionado con el azúcar y el aumento de peso que con las burbujas.
La especialista reiteró que el agua con gas puede ser una opción válida para quienes no disfrutan del agua simple y buscan reemplazar bebidas azucaradas. Sin embargo, insistió en que debe consumirse con moderación y sin desplazar al agua natural como principal fuente de hidratación.
“Si se utiliza de manera adecuada, puede ser una herramienta, pero no debe convertirse en hábito diario. En niños no se recomienda y en adultos lo ideal es que sea ocasional”, concluyó.