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La presentadora peruana, mexicana e italiana Laura Bozzo, reconocida por su programa de entrevistas 'Laura en América' y su participación en el reality show 'La casa de los famosos', se ganó el corazón del público con su gran personalidad y extensa carrera en el mundo del entretenimiento.
Actualmente, Laura se encuentra participando en el reality show 'Gran Hermano, VIP 8' en Guadalix de la Sierra, España. Desde hace meses, tanto ella como el resto de los participantes se encuentran aislados del mundo exterior, sin acceso a noticias ni información, por esta razón, la presentadora no tiene conocimiento del devastador huracán que destruyó su casa en Acapulco.
El huracán Otis, un ciclón tropical de dimensiones reducidas, pero extraordinaria potencia, alcanzó la costa de Acapulco el pasado 24 de octubre de 2023, superando en intensidad al famoso huracán Patricia, dejando a su paso una estela de destrucción y perdidas.
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Entre las víctimas de este poderoso huracán se encuentra Laura Bozzo, cuya casa en Acapulco ha sido devastada por el fenómeno meteorológico. Aunque la magnitud de los daños aún no se ha precisado, su hija Victoria de la Fuente, confirmó que será necesario un esfuerzo considerable para reconstruir la propiedad.
Según medios de comunicación, Alejandra de la Fuente, una de las hijas de la presentadora, se encontraba en la casa justo en el momento de la catástrofe. Afortunadamente, alcanzaron a refugiarse en el baño, donde esperaron a que todo pasara. A pesar del gran susto, todos los miembros de la familia que se encontraban en el lugar están en perfecto estado de salud.
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Sin embargo, las hijas de Laura han decidido no informarle sobre la situación, prefiriendo que continúe participando en el concurso y manteniendo el enfoque en su proyecto televisivo, ya que no podría hacer mucho para solucionar la situación.
Dentro de la casa de 'GH VIP 8', Laura Bozzo ha manifestado en diversas ocasiones su preocupación por el bienestar de sus hijas. La organización del programa propuso un juego en el que los concursantes podían apostar dinero del premio final para cumplir un deseo personal. En el caso de la peruana, su deseo era mantener una conversación telefónica con alguna de ellas.
