La discusión por el salario mínimo de 2026 en Colombia avanza sin acuerdos y cada vez toma más fuerza la posibilidad de que el ajuste sea definido directamente por el Gobierno Nacional. Las diferencias entre empresarios y trabajadores siguen siendo amplias, mientras desde el Ejecutivo ya se empiezan a conocer señales claras sobre el porcentaje que podría decretarse.
Las negociaciones en la Mesa de Concertación de Políticas Laborales y Salariales no lograron un punto de encuentro en el primer periodo establecido por la ley. Las posiciones de las partes continúan distantes, lo que complica un acuerdo negociado.
Por un lado, las centrales obreras mantienen su propuesta de un aumento del 16 %, argumentando que es necesario fortalecer el poder adquisitivo de los trabajadores frente al costo de vida. En contraste, el sector empresarial defiende un incremento del 7,21 %, cifra que —según su postura— responde mejor a la inflación y a la realidad económica del país.
Ante este escenario, el Gobierno ya contempla la opción de definir el salario mínimo por decreto. Así lo dejó entrever el ministro de Trabajo, Antonio Sanguino, durante un evento de formalización laboral de más de 1.700 empleados de la IPS Viva 1A, realizado en Barranquilla.
El funcionario recordó que la falta de consenso en la primera etapa de la negociación abre la puerta para que el Ejecutivo tome la decisión final. Además, reiteró que la intención del Gobierno es fijar un aumento que esté por encima de la inflación, como ha ocurrido en los últimos años.

Este es el dato clave que se tendrá en cuenta para el aumento del salario mínimo
Uno de los mensajes más relevantes que dejó el ministro de Trabajo, Antonio Sanguino, tiene que ver con el precedente del ajuste salarial aprobado para 2025, el cual, según explicó, marca el camino que el Gobierno quiere seguir para el próximo 2026.
Sanguino recordó que, aunque la inflación se ubicó alrededor del 5,2 %, el salario mínimo se incrementó en 9,5 %, una decisión que permitió que los trabajadores no solo conservaran su poder adquisitivo, sino que registraran una ganancia real en sus ingresos. Es decir, el aumento estuvo varios puntos por encima del costo de vida.
De acuerdo con el ministro, este enfoque no fue casual ni aislado, sino parte de una política deliberada del Gobierno, que busca que el salario mínimo crezca por encima de la inflación y no se limite únicamente a compensar el alza de los precios.
En ese sentido, Sanguino dejó entrever que para 2026 el Ejecutivo apostaría nuevamente por un incremento que supere de manera clara la inflación proyectada, lo que abre la puerta a un aumento de dos dígitos si no se logra un acuerdo en la mesa de concertación. Para el Gobierno, insistió, este tipo de decisiones permiten fortalecer el ingreso de los hogares, estimular el consumo y dinamizar la economía.

¿De cuánto será la inflación al terminar el 2025?
De acuerdo con las proyecciones del Banco de la República, la inflación en Colombia podría cerrar alrededor del 5,1 %, una cifra que sirve como referencia clave para la definición del salario mínimo de 2026.
Este dato cobra especial relevancia en la discusión, ya que el Gobierno ha insistido en que el incremento del salario mínimo debe ubicarse por encima de la inflación, con el objetivo de garantizar un aumento real en el ingreso de los trabajadores y evitar la pérdida de poder adquisitivo frente al costo de vida.