Una empresa de licores y cerveza con más de tres décadas de operaciones cerró abruptamente todas sus plantas de producción, pubs y restaurantes este mes. La medida sorprendió a empleados y proveedores, quienes fueron notificados el mismo día en que se suspendieron las actividades, según The Astorian.
El cierre responde a dificultades financieras acumuladas, con obligaciones que superan ampliamente los activos de la compañía. El proceso implicará la liquidación de todos los bienes, incluyendo inventarios, equipo y propiedad intelectual, para cubrir parte de los pasivos pendientes, se agregó en Inforuptcy.
Rogue Ales & Spirits se declara en bancarrota

La compañía, Rogue Ales & Spirits, oficializó su cierre al presentar una solicitud de bancarrota del Capítulo 7 ante el Tribunal de Quiebras de Estados Unidos en Oregón el 24 de noviembre de 2025, precisó Inforuptcy. La declaración afecta también a sus filiales, Rogue River Brewing Company y Yaquina Bay Beverage Company.
Los informes financieros revelan pasivos por más de 16,7 millones de dólares, mientras que los activos se estiman en 4,9 millones, según Willamette Week y Lincoln Chronicle. Entre los activos se incluyen aproximadamente 1.300 barriles de whisky añejo valorados en 2,8 millones de dólares, insumos de lúpulo y granos, envases y etiquetas por 614.000 dólares, y bebidas embotelladas y etiquetadas por 692.000 dólares.
También se expuso que, entre los pasivos más relevantes figuran 594.000 dólares en alquiler impago al Puerto de Newport, 918.000 dólares en impuestos a la propiedad vencidos al Condado de Lincoln y una demanda legal por negligencia vinculada a un accidente mortal por conducción bajo efectos del alcohol en 2022, que podría generar hasta 10 millones de dólares.
Cierre abrupto y despidos en Rogue Ales & Spirits

El 14 de noviembre, la cervecería y destilería suspendió operaciones de manera inmediata. Todos los empleados fueron despedidos sin aviso previo, y los pubs y restaurantes asociados también cerraron. El cierre generó incertidumbre entre proveedores locales, desde pequeños vendedores hasta grandes entidades agrícolas, indicó The Astorian.
El proceso de bancarrota del Capítulo 7 establece que los activos de la empresa serán vendidos por partes o como negocio en marcha, y los ingresos se destinarán a los acreedores. En algunos casos, diferentes compradores pueden adquirir equipos, marcas o propiedad intelectual, aunque la continuidad de la marca original no está garantizada, según el Instituto de Información Legal de la Universidad de Cornell.
Bancarrota del Capítulo 7, cómo funciona y qué hay que tener en cuenta
El Capítulo 7 del Código de Quiebras de Estados Unidos se aplica cuando una empresa o individuo no tiene ingresos suficientes para cubrir sus deudas. La vía se centra en la liquidación de activos para pagar a los acreedores y no permite reestructuración ni continuidad operativa, a diferencia del Capítulo 11.
El procedimiento suele ser rápido y definitivo. Los activos pueden venderse en subastas o de manera separada, y la propiedad intelectual puede dividirse entre distintos compradores. Declararse bajo el Capítulo 7 implica un cierre total de operaciones, la terminación de contratos laborales y el fin de la empresa como entidad activa.