¿Cómo organizar sus gastos semanales sin pasarse de su tope?
La planeación financiera es clave para cubrir las necesidades diarias y gastos a largo plazo.

Alejandro Useche, economista y doctor en Ciencias de la Dirección de la Universidad del Rosario, compartió en entrevista con La FM de RCN Radio recomendaciones prácticas para aprender a organizar los gastos semanales sin superar los ingresos disponibles. Según el experto, la planeación financiera es clave no solo para cubrir necesidades inmediatas, sino también para alcanzar metas a largo plazo como comprar vivienda o ahorrar para la jubilación.
Establecer un tope de gasto semanal
El primer paso, afirma Useche, es reconocer los ingresos reales y distribuirlos de forma equilibrada. “Si recibimos ingresos de forma quincenal o mensual, debemos hacer un presupuesto en ese mismo periodo y dividirlo para asignar montos semanales”, explicó.
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Lo importante, insiste, es que los gastos no superen los ingresos. Aunque se presenten imprevistos o haya deudas, se debe evitar depender constantemente del crédito. La sostenibilidad financiera radica en el realismo del presupuesto y en la disciplina para cumplirlo.

Gastos prioritarios y secundarios
Una vez definidos los ingresos, el economista recomienda clasificar los gastos en dos categorías: esenciales y complementarios. En el primer grupo se encuentran los rubros que garantizan la estabilidad: alimentación, transporte, servicios públicos, arriendo o créditos hipotecarios y obligaciones familiares como la educación de los hijos.
En el segundo grupo están los gastos que, aunque importantes, no son urgentes: entretenimiento, ropa, salidas sociales o suscripciones digitales. Estos deben incluirse, pero de forma moderada y solo después de cubrir las necesidades básicas.
El ahorro, una prioridad
Uno de los pilares de una buena administración del dinero, según Useche, es ahorrar antes de gastar. Idealmente, un porcentaje fijo del ingreso –por mínimo que sea– debe dirigirse al ahorro. “Puede ser un 5% o un 10%, lo importante es que sea constante y se convierta en hábito”, señaló.
Este ahorro servirá como reserva para imprevistos y también como base para metas mayores como inversiones, viajes o la jubilación. “Ahorrar es construir tranquilidad financiera a largo plazo”, indicó.
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¿Efectivo, tarjeta o app? El método no importa tanto como la disciplina
El economista reconoce que cualquier herramienta –física o digital– puede ser útil para llevar el control de los gastos, siempre y cuando haya claridad en el presupuesto y voluntad de cumplirlo. “Lo difícil no es hacer el presupuesto, sino ser disciplinado para respetarlo”, dijo.
Algunas personas prefieren usar aplicaciones móviles, otras anotan sus gastos en papel. Lo importante es registrar los egresos y comparar con lo planeado. Esto permite identificar desvíos y corregirlos a tiempo.

Errores comunes al intentar cumplir el presupuesto
Useche advierte sobre varios errores frecuentes. Uno de ellos es la procrastinación: postergar el inicio del plan financiero. Otro, subestimar el impacto de los “gastos hormiga”: compras pequeñas y frecuentes que, al acumularse, representan un gasto significativo.
También menciona la falta de comparación de precios y proveedores. “A veces seguimos con el mismo plan de celular o plataforma de streaming sin buscar alternativas más económicas, lo cual puede representar un ahorro relevante”, señaló.
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Gastos discrecionales e imprevistos: ¿cuánto reservar?
El economista recomienda asignar entre un 5% y 10% del presupuesto semanal para entretenimiento y gastos no previstos. Esto hace que el presupuesto sea más realista y sostenible. Sin embargo, insiste en que lo ideal es contar con un fondo de ahorro que sirva como respaldo para cubrir emergencias sin desajustar las finanzas.

Hábitos financieros que generan resultados
La clave, según Useche, está en mantener hábitos financieros constantes: revisar periódicamente el presupuesto, evaluar los avances, y ajustar los gastos según los cambios en el ingreso o las condiciones de vida.
También sugiere fijar metas de corto plazo que generen motivación. “Tener objetivos semanales o mensuales, como ahorrar para un paseo, hace que el proceso sea más satisfactorio y menos tedioso”, afirmó.
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¿Cada cuánto revisar el presupuesto?
La frecuencia dependerá de cambios en los ingresos o en el estilo de vida. Por ejemplo, si una persona se muda más cerca del trabajo y reduce sus gastos en transporte, debe ajustar su presupuesto. Asimismo, si los ingresos aumentan, el presupuesto puede crecer en proporción, sin excederse.
“Crecer financieramente no significa gastar más, sino mantener el control y fortalecer el ahorro”, concluyó Useche.