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San Gil, Santander, ofrece altas dosis de adrenalina con sus deportes de aventura

Al pueblo no lo destruyó una avalancha, ni se desbordó el río Fonce. San Gil continúa en pie.

Actualizado:
Martes, Agosto 14, 2018 - 13:12
Bungee Jumping sobre el Río Fonce
Foto: Agencia Colombia Bungee Jumping

Durante la última semana de julio el municipio de San Gil, en el departamento de Santander, vivió una emergencia. Las fuertes lluvias que se presentaron el pasado jueves 26 de julio ocasionaron el desbordamiento de la quebrada Las Ánimas, que inevitablemente inundó los barrios que encontró a su paso, el Rojas Pinilla, Paseo del Mango y Guascas. 

En otro punto del municipio, el aguacero fue la gota que rebosó la copa para que colapsara un muro que sostenía el techo metálico del Polideportivo de San Martín, lo que provocó la muerte de Johan Corzo, un niño de 8 años de edad. 

"San Gil está destruido", fueron los titulares que circularon en algunos medios de comunicación, que anunciaban también el desbordamiento del Río Fonce, la más importante arteria fluvial del pueblo. Sin embargo, varios empresarios turísticos en San Gil niegan ésta y otras informaciones sobre lo ocurrido. 

Preocupados por la baja que se presentó en el turismo de San Gil, empresarios hoteleros como Jairo Enrique Sánchez, propietario de Hoteles Terrazas campestres (Ubicados en San Gil y en Guadalupe) expresan en diálogo con RCN Radio, que "la avalancha provocó que 14 familias quedaran damnificadas, pero entre toda la solidaridad de los sangileños, el Ejército y la Defensa Civil pudimos superar la emergencia. El Río Fonce no se desbordó y la caída del muro en San Martín fue responsabilidad de la Alcaldía, ya que ellos sabían desde hace más de dos años que ese muro estaba mal, pero nosotros no somos Armero ni estamos bajo el agua. San Gil está bien y estamos preparados para recibirlos". 

Por otro lado, Aydée Castrillón, guía turística del Parque Natural El Gallineral, ubicado cerca del Río Fonce, concuerda con Sánchez y comenta a RCN Radio que, "el turismo se ha resentido un poco porque la gente cree que todo San Gil quedó afectado y los medios se equivocaron al decir que el Fonce se había desbordado cuando ni siquiera se creció". 

La emergencia ocurrida en el pueblo no solo afectó el turismo de San Gil, sino también de sus alrededores como el municipio de Barichara, Santander. Sonia Munevar, gerente comercial del Hotel Hicasua, comenta que "un grupo de empresarios del área de hotelería y turismo nos unimos para desmentir algunas informaciones falsas que empezaron a circular como el desbordamiento del Río Fonce porque con todo lo que se dijo hubo un bajón en el turismo de la región". 

Cuatro días de deporte extremo en San Gil y sus alrededores, permiten concluir que mucho de lo que se dijo inicialmente, no era cierto. Y que, ese rincón de Santander está preparado para seguir consolidándose como el epicentro de los deportes extremos y de aventura en el país. 

Rafting en el Río Fonce 

Los rayos del sol atraviesan las nubes y caen ardientes sobre la piel. Se escucha el sonido de las chicharras y los pájaros volando entre los árboles de hojas verde esmeralda. De vez en cuando se siente una suave y refrescante ola de viento que pasa a modo de caricia. Las aguas del Fonce están tranquilas, sin embargo, en algunos sectores las olas se levantan con fuerza, con la ayuda de los remos y la fuerza de los brazos se enfrentan estos 'rápidos', como le llaman los guías, que además de hacer saltar el bote, hacen saltar a los aventureros de emoción. 

Video: Agencia Operadora Aventura Total 

Parapente en el Cañón del Chicamocha 

Imponente y majestuoso, lo es aún más desde las alturas. Como un cuadro impresionista, el sol brillante de mediodía destaca el azul marino del cielo en el que algunos parapentes de colores vuelan al ritmo del viento.  A 300 metros de altura, las grandes montañas se ven pequeñas, sus diferentes tonos de verde combinados con el amarillo y rojo de la tierra resaltan el Cañón del Chicamocha, que como delgado hilo de agua luce tranquilo entre el paisaje. 

 

Bungee Jumping sobre el Río Fonce 

"Que es un soplo la vida", cantaba el maestro Carlos Gardel en su canción 'Volver'.  Eso es exactamente lo que se siente cuando se salta desde una plataforma a 70 metros de altura sobre el Río Fonce. Tres segundos en caída libre y un minuto más aproximadamente volando como péndulo. Es difícil controlar la ansiedad y el miedo a caer. Pero el bungee regala una sensación valiosa: la vida es bella, solo dura un ratico. Una sensación que te hace sentir vivo, que te rescata de la muerte de la rutina diaria. 

Recorrido por el Parque Natural El Gallineral

Debe su nombre a los árboles gallineros. Aunque su crecimiento es normal, hacia arriba, a través de los años cuando su tallo envejece empiezan a inclinarse hasta tocar el piso. Eso hace que en las fincas las gallinas lo aprovechen como dormidero. Estos árboles puede durar aproximadamente 120 años y están por varios sitios del parque. 

En el lugar se encuentran otras especies de plantas y árboles hasta con más de 300 años. El Río Fonce pasa bastante cerca del parque, que aunque algunos medios afirmaron que su supuesto desbordamiento casi que destruyó el lugar, El Parque Natural El Gallineral se ve en perfectas condiciones. 

Al frente en el río puede observarse una enorme piedra ovalada que recibe el nombre de 'La piedra del pato', a su lado se forman unos remolinos, causantes por mucho tiempo del ahogamiento de varias personas, lo que dio pie a que surgiera una leyenda, que según según Aydeé Castrillón, guía turística del parque, empezó porque hace mucho tiempo al mediodía de todos los Viernes Santos, una pareja de patos de oro se paraban sobre la roca, esto despertó la codicia de los pobladores, quienes un día le dispararon a la hembra, el macho la cubrió con sus alas y se lanzaron al río. Los abuelos de la región dicen que por venganza nacieron los remolinos.  

 

Fuente:
Sistema Integrado Digital